Aunque desde hace semanas el gobierno sabía que no habría firma del Acuerdo final el próximo 23 de marzo, el Presidente está empeñado en lograr protocolizar un acuerdo de fondo, aunque sea parcial, en una fecha que se volvió simbólica. La tarea de Enrique Santos, a quien Timochenko respeta y con quién se siente cómodo por haber conocido desde los tiempos de su militancia de izquierda, es poder dejar en firme un paso significativo: el cese al fuego bilateral, el acuerdo sobre paramilitarismo, lograr
Aunque fue el propio Timochenko quien le hizo saber al Presidente la importancia de la presencia de su hermano Enrique en La Habana para intentar superar el impasse creado por Sergio Jaramillo quien habría puesto en el día cero un año de trabajo de la Comisión del desarme integrada por militares activos y comandancia guerrillera, fue el senador Iván Cepeda quien lo convenció de enviarlo, casi que a marchas forzadas. La decisión presidencial tomó por sorpresa al jefe de la delegación Humberto de la Calle y al comisionado de paz Sergio Jaramillo quienes llevan días en La Habana buscando fórmulas para destrabar el diálogo en la mesa.
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