El humanista Nestor Armando Alzate se caracteriza por su filantropía que pretende elevar la conciencia de los hombres, llevarlos o guiarlos hacia verdaderos caminos de libertad, fraternidad y solidaridad.
Escritor, investigador, Youtuber, influencer, guía indiscutible y forjador del intelecto humano. De una alta sensibilidad que se expresa en el análisis y profundización de temas de interés científico y humanístico.
Me acerqué a su figura y su palabra en mi adolescencia, cuando en compañía del también humanista e intelectual Juan Manuel Serna dirigían y emitían el programa Noche Buenos Días, que se mantuvo al aire por cerca de dos décadas, en un horario de noctambulos de doce de la noche a dos de la mañana.
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Por motivos comerciales el programa termina dejando un profundo vacío entre sus oyentes. Esa Universidad de la noche en la cual nos formamos miles de colombianos entraba en un receso que dejaba en orfandad a sus seguidores.
Por esas casualidades intelectuales y en procura de fuentes de información idóneas sobre un tema histórico me encuentro hace algunos meses en las redes con un video de este personaje que tantos aprendizajes nos facilitó y que alimentó una curiosidad hacia el saber, la ciencia, la literatura, la historia y la espiritualidad.
Nos encontramo a un Nestor Armando Alzate maduro, profundo, sensible y culto como pocos. Centrado en temas de profunda actualidad y generando polémicas y diálogos de necesaria y obligatoria aproximación intelectual.
En su último programa aborda un tema que nos invita a pensar y reflexionar en torno al intrínseco valor y significado de la Palabra. Sus incidencias en la actitud y el comportamiento humano, lo mismo que el compromiso de cambio que se repite cada inicio de año como un ritual de burla anímico y espiritual.
Efectivamente, se hace necesario cambiar el vocabulario, utilizar las palabras exactas y en la justa medida que nos permitan una coherencia entre el pensamiento, la palabra y la acción. Un triunvirato disociado que se asocia con simples enunciados de imperturbalidad existencial. No asumimos nuestros verdaderos motivos comportamentales pretendiendo así evadir la responsabilidad que nos corresponde.
Por otro lado, frecuentemente nos encontramos con personajes que pregonan bondad, amor y fraternidad pero que en su cotidianidad son incapaces de superar un conflicto laboral y emocional. Viven entre odios pretendiendo encender evangelios de perdón y reconciliación.
O seres que no asumen su fracaso como algo generado por su pensamiento y actitud. Viven en situaciones miserables, frustrados, amargados en resentimiento continuo contra el mundo por cuanto consideran que es el culpable de sus derrotas y amarguras. Habitan espacios que irrigan pobreza y traslucen frustración. Su casa, apartamento o hábitat es una clara expresión de una vida errada y equivocada. Pero, para ellos el culpable es el otro, las circunstancias, el legado familiar o la pésima relación con su pareja.
Nestor Armando Alzate nos invita en este comienzo de año a Cambiar el Volcabulario, inducir pensamientos elevados y basados en actitudes y comportamientos nuevos y renovados. Formular un propósito de inicio de año que nos permita superar viejos esquemas existenciales, sepultar paradigmas que nos anclan a unos círculos vicioso de derrota y marginamiento existencial.
Cambiar el vocabulario implica asumir un nuevo rol, emprender una nueva ruta de vida. Y, sobre todo, asumir las consecuencias de nuestros pensamientos y acciones. Es posible que seamos los causantes de nuestros propios males, los constructores de cada desgracia que nos acecha. El dolor es, muchas veces, inevitable, el sufrimiento es, casi siempre, opcional.
La Palabra nos rodea, nos acecha, nos expande o limita existencialmente. Así lo demuestra este gran humanista que debe ser un referente nacional, llevarse a las aulas, compartirse en familia y elevarse al rango de maestro.
Gracias a Nestor Armando Alzate por esa amistad intelectual, por persistir en superar la condición humana y por ser esa conciencia que nos reitera la necesidad de superarnos para alcanzar una mejor humanidad.
En torno a la palabra Aurelio Arturo expresó su sentir en uno de sus más bellos poemas :
Palabra
nos rodea la palabra
la oímos
la tocamos
su aroma nos circunda
palabra que decimos
y modelamos con la mano
fina o tosca
y que
forjamos
con el fuego de la sangre
y la suavidad de la piel de nuestras amadas
palabra omnipresente
con nosotros desde el alba
o aun antes
en el agua oscura del sueño
o en la edad de la que apenas salvamos
retazos de recuerdos
de espantos
de terribles ternuras
que va con nosotros
monólogo mudo
diálogo
la que ofrecemos a nuestros amigos
la que acuñamos
para el amor la queja
la lisonja
moneda de sol
o de plata
o moneda falsa
en ella nos miramos
para saber quiénes somos
nuestro oficio
y raza
refleja
nuestro yo
nuestra tribu
profundo espejo
y cuando es alegría y angustia
y los vastos cielos y el follaje
y la tierra que canta
entonces ese vuelo de palabras
es la poesía
puede ser la poesía
Hagamos de la palabra un sendero de paz, vida y reconciliación. Que su aroma nos circunde y que junto a ella aprendamos del sándalo que perfuma el hacha que lo hiere y lastima su existir.
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