Según mis investigaciones como Asesor de Tesis de grado, la inteligencia artificial (IA) MAL utilizada, es como si uno fuera el condenado, y le doy instrucciones específicas al verdugo, de cómo decapitarme. ¡Es decir, Ay!... sin cabeza. Pero si le he puesto cabeza a su investigación.
Según opinan los expertos, “es una disciplina científica, que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”.
También podemos decir que la Inteligencia artificial (IA) es un campo de la ciencia relacionado con la creación de computadores, máquinas y dispositivos, que pueden “razonar, aprender y actuar” de una manera que normalmente requeriría la inteligencia humana o que involucra datos cuya escala excede lo que los humanos pueden analizar.
Primer argumento para comenzar a eliminar al ser humano
La IA está logrando admirar cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día con sus consecutivos y ya imparables logros, en casi todas las actividades. Pero al mismo tiempo se torna un poco aburrida.
Ya no nos sorprende lo imposible, porque en el fondo sabemos que casi todo comienza a ser y será posible gracias a la IA. Pero también cada minuto, cada hora, y cada día, un ser humano es reemplazado, por esta tecnología y consecuentemente, pierde su trabajo.
Ha sido eso sí, todo un “Crossover” que nos deja estupefactos, a quienes, como yo, hemos visto después del surgimiento de la internet, ver ahora como la IA irrumpió en el mundo a plena mitad de mi generación. ¡Qué cambios!
Pero no será novedosa, ni admirable, ni sorpresiva para las próximas generaciones de humanos, que la verán como un portafolios infinito de elementos cotidianos en todas las áreas de su día a día. Viéndolo crudamente, los humanos le enseñan a la los equipos cómo “pensar, actuar y funcionar” con la implementación de la IA.
¡Ojo! Cómo “pensar, actuar y funcionar” bien, (a través de un científico o un Ingeniero, o un experto). O cómo “pensar, actuar, y funcionar” mal, (a través de una entidad, un terrorista, o un “hacker” malintencionado).
Por citar solo un par de ejemplos
En este mundo ya globalizado e interconectado, cualquier ser humano en el planeta con el conocimiento necesario puede en forma presente, o remota virtualmente, “enseñar” a un equipo, o dispositivo a pensar MAL y en consecuencia a actuar MAL, en perjuicio de la humanidad. En otras palabras, la IA, puede ser un gran y poderoso aliado, o un gran y poderoso enemigo para los seres humanos.
En el primer caso, a manera de ejemplo, un Ingeniero Mecánico bien intencionado, puede incluir en la construcción de un auto en Alemania, un dispositivo de IA, casi invisible debajo de las alfombras del auto, que eyecta en forma insonora, una discreta y agradable fragancia a “Pino silvestre”, que cada determinado kilometraje esparce muy sutilmente en todo el habitáculo interior del auto, haciendo más “fresco y agradable” el viaje de conductor y pasajeros. Sin que el conductor hubiese tocado o accionado tal aspersor.
Cuando quiera cambiar la fragancia o eliminarla, simplemente lleva el auto al concesionario de cada ciudad en el mundo y en minutos otro ingeniero reprograma. Caso contrario, siguiendo en “modo ejemplo” otro Ingeniero Mecánico, mal intencionado, puede instalar un micro dispositivo, en alguna parte oculta en el chasis de auto, para que cuando el conductor pise a fondo el acelerador digamos a 120Km/h, el auto pierda los frenos.
¡Y Ay! sucede una inevitable tragedia. La IA me recuerda películas como “La rebelión de las máquinas”, donde ellas “cobran vida propia” y extinguen la raza humana. La IA es un arma de doble filo.
Buena o mala, depende de las manos humanas que la crean o ya utilizan. Pero es el ser humano quien le enseña en muchos casos, a “pensar, actuar y funcionar”, en muchos casos en detrimento de su propio trabajo. ¡Ay!
También le puede interesar: Barranquilla se convirtió en una ciudad sin ley, donde la muerte acecha en cada esquina
Anuncios.
Anuncios.