La visita oficial del presidente Gustavo Petro a Catar estaba planeada como correponsabilidad a la que el poderoso emir Mohammed bin Abdulrahman Al Thani realizó a Colombia el año pasado, ocasión en la que firmaron varios convenios comerciales y de tecnología con ministros en la Casa de Nariño. En el protocolo de la visita estaba previsto la asistencia al Festival Internacional Equino, gran evento cinco estrellas presidido por el Emir en el que se incluían competencias de saltos y la participación de 194 jinetes de 35 países. La boleta para turistas de esta exhibición de caballos cuesta alrededor de 33 millones de pesos.
Todo debió estar en los planes de Petro, menos asistir a un festival equino después de la reticencia explícita que ha tenido por los caballos y en especial los de paso fino, asociados por el al expresidente y contradictor suyo Álvaro Uribe. Siempre ha ironizado con el Ubérrimo y los momentos de Uribe allí montando o amaestrando caballos que tienen, siempre asociándolos a los gustos de terratenientes y ganaderos en Colombia a quienes coloca en el mismo saco.
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El festival equino de Catar del que Petro no se pudo zafar
Petro no disimuló su aburrimiento y el desganó con el que aplaudió a los ganadores en este prestigioso Festival Equino que preside anualmente el Emir Al Thani, quien siempre ha sido fanático de los deportes poniendo en el radar internacional a Catar como emisario de eventos desde fútbol hasta torneos de tenis, volleyball y estas competencias hípicas.
No es un simple espectador sino un apostador con grandes inversiones en las grandes ligas deportivas. Es el propietario del equipo Paris Saint-Germain, organizó el Campeonato Mundial de Atletismo en 2019, Campeonato Mundial de Natación en 2024. Y su padre le delegó su más grande proyecto deportivo, hacer el Mundial de Fútbol en Catar en 2022 que puso al rico país árabe en el radar mundial durante un mes entero.
El Presidente regresó con promesas de inversión en distintos sectores y el compromiso de designar un embajador en Catar, cargo para el que fue nombrada la barranquillera Odette Marie Yidi David, muy conectada con el mundo árabe. Pero algo que buscará olvidar Petro de su periplo en el país petrolero fue la prolongada competencia equina de la que no logró escaparse.
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