Gustavo Petro arrancó la Presidencia con una cola de procesos judiciales, algunos de éstos venían de atrás, con un abanico de abogados, pero con Julio Cesar Ortiz y Héctor Carvajal, a quien acaba de posesionar como Magistrado de la Corte Constitucional, en la primera línea de su defensa. Hoy las cosas son distintas. Concentró los procesos y la defensa de su hijo Nicolás Petro en un solo abogado: Alejandro Carranza.
Y últimamente el trabajo se la ha intensificado. Mediático y confrontativo, Alejandro Carranza es el encargado de hacerle frente a lo que se venga contra el presidente Gustavo Petro. Acaba de instaurar una demanda penal contra el excanciller Álvaro Leyva por conspiración y sedición y es también el abogado de Petro ante la Comisión de Acusaciones donde llegaron los señalamientos de Leyva en las tres Cartas públicas por cuenta de la denuncia ante esa corporación por parte del exministro de Justicia Wilson Ruiz. Fue él quien llevó los señalamientos de adicción del Presidente señalados en las misivas de Leyva al ente investigador de la Cámara de Representantes.
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Otros de los curtidos abogados que lo acompañaron ya en el arranque de su Gobierno fue el penalista manizalita Maurico Pava quien había sido abogado de Armando Benedetti y terminó ganándose la confianza de Laura Sarabia. Su bufete atendió varios líos de funcionarios del alto gobierno, pero también defendió a la primera dama Verónica Alcocer. Y aunque Mauricio Pava logró salvar al Presidente de la Comisión de Acusaciones por la financiación irregular de su campaña donde sobrepasó los topes autorizados por la ley, sería una pelea casada con Benedetti la que terminó sacándolo del Gobierno, como se lo contamos acá: El penalista que Benedetti llevó al gobierno Petro con el que terminó peleando
La defensa de Nicolás Petro le abrió el camino hacia la Casa de Nariño
En octubre de 2024 Alejandro Carranza tomó el caso de Nicolás Petro, el hijo mayor del Presidente, acusado de haber recibido millonarias sumas de dinero destinadas a la campaña presidencial, de origen ilícito, que le costearon una vida llena de lujos que, su sueldo como diputado de la Asamblea del Atlántico, no le hubiera podido costear. Está acusado por la Fiscalía de un delito grave: enriquecimiento ilícito.
Alejandro Carranza asumió el caso cuando éste estaba en un punto muy bajo. El primogénito de Gustavo Petro ya había pasado por tres curtidos penalistas que terminaron renunciado a su defensa como sucedió con Juan Trujillo, David Teleki y Diego Henao. A dos meses de tomar el caso, Carranza logró lo impensable que su cliente se defendiera desde la virtualidad en la tranquilidad de su casa ubicada en el sector Villa Campestre de Barranquilla y con lo que soñaba el hijo del Presidente y su pareja Laura Ojeda: poder salir de La Arenosa y viajar a otras ciudades del país, la única condición es no salir del país. Un beneficio que Nicolás Petro ha disfrutado, en cuestión de tres meses ha visitado a su familia en su natal Ciénega de Oro, ha pasado por la Casa de Nariño y celebró su cumpleaños en Cartagena hospedándose en la Casa de Huéspedes Ilustres, donde se reencontró con la Primera dama después de meses de distanciamiento.
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Una nueva tarea de Petro para Carranza: defenderlo de Leyva
Días después de los audios que divulgó El País de España en los que se escucha al excanciller Álvaro Leyva hablando sobre “sacar al tipo”, refiriéndose a Petro, insinuando contar con el apoyo de la vicepresidenta Francia Márquez y el congresista estadounidense Mario Díaz Balart, el presidente Petro le entregó la tarea de llevar a su excanciller a los estrados judiciales. La demanda penal del Carranza en la Fiscalía abarca una gama de delitos que van desde conspiración para delinquir con fines de sedición, hasta traición a la patria, instigación a delinquir, calumnia agravada e injuria agravada. Experto en casación penal y derecho administrativo, litigios y estrategias, Alejandro Carranza ha mostrado tener un talante en la línea confrontativa del Presidente como la ha mostrado en sus apariciones públicas ante los medios.
Casos sonados en los que Carranza ha dejado huella
Entre los casos más sonados del abogado del Presidente reposan las victimas de montajes judiciales como la familia Chaux González, señalados de ser testaferros del “Negro Acacio” y el de la familia Mora Urrea dueño de 28 supermercados: cinco Merkandrea y veintitrés Supercundi, con locales en barrios populares de Pereira, Armenia, Ibagué y Fusagasugá, pero terminaron siendo víctimas de un montaje judicial que los vinculaban con la guerrilla, unas acusaciones que la justicia nunca comprobó y de las que Carranza los libró. Estas defensas de víctimas de origen humilde ha sido una línea y que terminaron absueltos. Carranza quien también trabaja en línea de defensa de derechos humanos contribuyeron a que el Presidente pusiera los ojos en él y le entregara su confianza.
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