Sin consideración alguna de las consecuencias que puede tener la pugna planteada por el rector de la Universidad Nacional, cuya elección está en entredicho, el rector Leopoldo Múnera inició, desde su posesión, un ataque contra la Corporación Rotorr, creada hace dos años y liderada por el estudiante de doctorado de la Nacional Jaime Restrepo. Pidió que se investigaran sus actividades y la gestión de recursos en ese periodo, y solicitó vigilancia, escalando el tema incluso a la instancia penal, sin que hasta ahora haya prosperado ninguna de ellas.
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En su obsesión por golpear la entidad, no le ha valido la naturaleza de Rotorr-Motor de Innovación, una entidad pública y sin ánimo de lucro enfocada, principalmente en la gestión de proyectos de innovación tecnológica y social, creada en 2023 para dinamizar la ejecución de recursos públicos y aprovechar la transferencia de conocimiento, de modo que este salga de los escritorios hacia los territorios.

La sombra de la exrectora Dolly Montoya persigue al rector Múnera, y el hecho de ser una iniciativa impulsada por ella ha radicalizado sus críticas a esta propuesta, que propicia la alianza entre la universidad, la empresa y el Estado para transformar los problemas en retos de innovación y generar soluciones que beneficien a las organizaciones y a la sociedad. Múnera la ve como una privatización de la investigación, olvidando resultados tan exitosos como la gestión de más de $340 mil millones a través de más de 23 contratos con entidades como la Contraloría, la Defensoría del Pueblo, la Agencia Nacional de Hidrocarburos, el Icfes, el CNE, la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales (UGPP); recursos que terminan fortaleciendo las funciones misionales de la Universidad.
Primer saldo dramático de la pelea: 140 familias campesinas sin empleo
Rotorr estaba comprometida en la construcción de cinco laboratorios de paz que vinculaban a 140 familias campesinas, entre víctimas y desmovilizados. Estos proyectos eran gestionados por la Corporación y estaban ubicados en la zona rural de Simití (Bolívar), Tarazá, San Pedro de Urabá (Antioquia), San Martín de los Llanos (Meta) y Mapiripán (Meta). La saliente directora de la Unidad para las Víctimas, motivada por la desconfianza irradiada desde la rectoría de la Nacional, tomó la decisión de frenar el proyecto. Como consecuencia, las familias perdieron su trabajo y las plantaciones, que son del Estado, se están deteriorando y sus cosechas se están perdiendo.
Historia de un proyecto exitoso que el rector Múnera quiere torpedear
Rotorr nació con la idea de crear programas de apoyo al trabajo intelectual y científico, que tiendan puentes entre la universidad y la sociedad a través de actividades de la innovación, la transferencia de conocimiento y el emprendimiento. La entidad designó como director ejecutivo al estudiante de doctorado Jaime Alonso Restrepo Carmona, un profesional con 20 años de experiencia en innovación social, desarrollo territorial y tecnología. Esta inició con unos aportes iniciales en especie de $1.000 millones: $700 millones de la UNAL y $300 millones del Fodun –Fondo de Empleados Docentes–.
Múnera pronto cambió la cúpula directiva y no tardó en cuestionar y sembrar dudas sobre los números alcanzados por Rotorr. Se trata de una campaña de desprestigio que, además del daño a las 140 familias campesinas que se quedaron sin empleo y que ahora atraviesan por dificultades económicas, incluye afirmaciones insidiosas. Estas han llevado a que los estudiantes de la Nacional no puedan acceder a los beneficios del Fondo de Apoyo Estudiantil (FAE), el cual ha recibido financiación de Rotorr, debido a que las áreas de bienestar universitario de las facultades no están aplicando para la solicitud de dichos recursos, aparentemente por instrucción o temor a la Rectoría.
Las tutelas que denunciaban supuesto ocultamiento de información no han prosperado, pero han sembrado un manto de duda nocivo en torno a la entidad, al que se suman las seis acciones administrativas interpuestas por Múnera contra Rotorr ante la Cámara de Comercio de Bogotá y la Supersociedades. Con ellas buscaba la nulidad de los actos administrativos de modificación de estatutos, nombramiento de representante legal y revisores fiscales. En las seis ocasiones, sus pretensiones fueron negadas.
Estos son solo algunos elementos de la campaña de desinformación y desprestigio contra Rotorr y su director, que pueden conocerse en su totalidad en el Comunicado No. 02 de 2025 y en los enlaces allí incluidos.
Comunicado No. 02 de 2025 dirigido a la comunidad universitaria y a la opinión pública. Ver comunicado: https://t.co/oMvg3ZR7nY #SinMiedoAlÉxito #SinMiedoAlCambio #SinMiedoAExpresarLoQuePensamos pic.twitter.com/rtC2zjnotq
— Rotorr-Motor de Innovación (@RotorrInnova) August 20, 2025
Quienes han estado al frente de la entidad, han liderado cambios para proteger la Corporación, para lo cual realizaron modificaciones a los estatutos. Entre ellas, ampliaron su periodo de vida: de los 15 años originalmente previstos se pasó a un plazo de existencia que le permite durar hasta el año 2123. También se transformó su naturaleza jurídica para darle mayor independencia y autonomía de la Universidad Nacional, constituyéndola como un ente independiente.
Lo cierto es que, mientras continúan los ataques, Rotorr no deja de abrir camino y de lograr asesorías gracias al acumulado de conocimiento y prestigio de la Universidad Nacional.
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