Opinión

Guerra y paz en Ucrania, la encrucijada de Trump

rump ha tenido que ceder en casi todos los temas, o sigue apoyando las acciones occidentales, en que ha sido derrotado, o se mete a fondo y escala la guerra

Por:
agosto 26, 2025
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

La guerra en Ucrania ha arrojado más de dos millones de muertos en tres años y medio, ha conducido a Europa a su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial y ha involucrado a todas las potencias occidentales encabezadas por Estados Unidos.

Causas de la guerra en Ucrania

Desde que la Unión Soviética desapareció a comienzos de los noventa, la OTAN, dirigida por Estados Unidos, se empeñó en extender su influencia en los Estados ex soviéticos, en incorporarlos a la OTAN y en tender un cerco sobre Rusia con la finalidad de debilitarla o balcanizarla.

El enfoque y los objetivos fueron recogidos en 2019 por el informe de la Corporación Rand, financiada ampliamente por distintas instancias del gobierno estadounidense. Rand recomendó debilitar los ingresos petroleros de Rusia e imponerle sanciones, cortar la dependencia europea del gas ruso, suministrar ayuda letal a Ucrania, debilitar la influencia rusa en Asia Central y el Cáucaso, incrementar las tropas de la OTAN en Europa y desplegar fuerzas de la alianza en la frontera rusa.

El plan coincide con las estrategias de seguridad puestas en práctica por los últimos gobiernos de Estados Unidos y se ha materializado no solamente en la satanización de Rusia, sino en la paulatina expansión de la OTAN, cuyo último episodio fue el intento de incorporar a Ucrania.

Durante los primeros gobiernos post soviéticos y en los primeros años de la administración de Putin, Rusia propuso una cooperación con la OTAN, firmemente rechazada por los gobiernos occidentales.

Se desencadena el conflicto

La obsesión antirrusa llevó a la OTAN, en 2014, a precipitar la guerra civil en Ucrania perpetrando un golpe de Estado y dando apoyo a Zelensky, un líder obsesionado con reprimir a los sectores de origen ruso en la región oriental de Ucrania y desechar cualquier posible acuerdo con Moscú, como el que se intentó en Estambul en marzo de 2022. Las potencias occidentales determinaron que la única vía era la derrota estratégica de Rusia.

Durante tres años y medio Occidente se empecinó en llevarla a cabo a un costo multimillonario y, según informes filtrados del Ministerio de Defensa de Ucrania, de un millón setecientos mil personas muertas o desaparecidas del lado ucraniano y el país completamente destruido. Todos los analistas coinciden en que la victoria rusa es inevitable.

Trump anunció que haría la paz en 24 horas, puesto que era la guerra del “corrupto Biden”, pero ocultó el hecho de que su primera administración, entre 2017 y 2021, apoyó entusiasta a Zelensky proporcionándole incluso importante apoyo militar.

Trump se quiere presentar ahora como una especie de intermediario entre Rusia y la OTAN, ocultando el hecho de que desde el comienzo de la guerra en Ucrania no se mueve ni la hoja de un árbol sin el control, la autorización o la decisión de Estados Unidos. Recursos, sistemas satelitales, armas e inteligencia han guiado todo el proceso y el 67% de los gastos de la OTAN los proporciona Estados Unidos.

La solución que ha encontrado Trump ha sido tratar de sacar el mayor provecho económico ante la derrota inminente, primero, obligando a Zelensky a ceder todos los recursos naturales del país, y ahora tratando de dejar toda la responsabilidad del conflicto en manos europeas, pero garantizándoles la venta de armamento estadounidense para continuar la guerra.

Al mismo tiempo, Trump está buscando hacer más negocios con Rusia en materia mineral y energética, pero no le incomoda que los países europeos más involucrados, más guerreristas y más antirrusos como lo son el Reino Unidos, Francia y Alemania se desgasten y de paso debiliten a Rusia, que no deja de ser considerada un adversario.

Con estos movimientos y más allá de la teatralización que hace Trump, la campaña contra Rusia puede seguir en otros escenarios, ya sea afectando a Irán o desestabilizando países como Armenia, Azerbaiyán, Georgia o Armenia y el sur del Cáucaso.

Paz o guerra interminable

Es dentro de este marco como deben analizarse las negociaciones en curso y las posibles perspectivas del conflicto.

Están claros los objetivos rusos: asegurar la neutralidad de Ucrania, lo cual significa que Rusia no aceptará, bajo ninguna circunstancia, tropas de la OTAN en Ucrania. Las regiones que se separaron de Ucrania y que ya forman constitucionalmente parte de Rusia no se devolverán y las nuevas regiones sobre las cuales el ejército ruso avanza en forma incontenible serán parte de Rusia, pero sobre ellas el canciller ruso anunció que podría haber un margen de flexibilidad.

En la Cumbre de Alaska se llegó al acuerdo, a pesar de los europeos y Zelensky, de que no puede haber un alto al fuego sino un acuerdo de paz integral. Las garantías de seguridad deberán darse a todos los contrincantes dentro de un marco de seguridad global. Para los habitantes rusos que queden en Ucrania, Rusia pide garantías para el uso del idioma y la práctica de la religión ortodoxa. Para Zelensky y los europeos las garantías consisten en que la OTAN esté dentro de Ucrania, para Rusia que esté afuera. Hubo un acuerdo en Estambul (2022) al respecto que exigía que cualquier participación de tropas extranjeras en Ucrania tuviera el visto bueno unánime del Consejo de Seguridad de la ONU, pero el acuerdo no fue suscrito por Ucrania por presión de Estados Unidos y el Reino Unido.

Los europeos quieren que la guerra continúe hasta la derrota rusa, pero, por sí mismos, no tienen ni la menor posibilidad de financiar la guerra. Ni los ejércitos sumados de todos los países europeos permiten librar una guerra medianamente creíble. De lejos el ejército ucraniano era el más grande de Europa, el Reino Unido no cuenta con más de 75.000 soldados y los demás tienen tamaños similares. La única forma sería con la participación de Estados Unidos con un ejército sobre el terreno, cosa a la que Trump se ha negado enfáticamente.

Sobre una eventual reunión entre Putin y Zelensky, Putin dijo estar dispuesto pero una vez se cumplan ciertos requisitos. Pero podría esperarse que ellos sean la aceptación incondicional de todas las exigencias rusas.

A Trump le ha tocado ceder en la mayoría de los temas, pues sus otras dos alternativas son seguir apoyando las acciones occidentales, como la ha hecho y ha sido derrotado, o involucrarse a fondo y escalar la guerra, pero para ello enfrenta oposición dentro de sus propias huestes en Estados Unidos. Y si Rusia percibe una amenaza a su propia supervivencia, ya anunció que no vacilará en emplear la fuerza nuclear.

La última opción de la que Trump dispone es dejar el conflicto en manos europeas y aprovechar para hacer negocios con todos

Con ella dejaría satisfechas a las empresas gringas de armamento, se lavaría las manos culpando a Biden, quedaría con las manos libres para enfrentar a China e incluso podría ganar el desacreditado Premio Nobel de la Paz

Trump no fue elegido para hacer la paz con Rusia. Su oferta fue detener el conflicto en Ucrania. Así, puede seguir hostilizando a Rusia en unos terrenos e incluso cooperar en otros. Su idea de hacer grande a Estados Unidos de nuevo pasa por esforzarse en restaurar su hegemonía global y rehacer su economía maltrecha, cosa que está en veremos.

Dl mismo autor: Cumbre en Alaska: gana Putin, Trump pesca en río revuelto y pierden la OTAN y Zelenski

Anuncios.

Anuncios.

0
Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus