Detrás de la idea de Democracia está la de un conjunto de valores, entre los cuales la defensa de libertad, de la justicia social, el derecho a una participación en el poder, en la riqueza, una igualdad de oportunidades, el reconocimiento de la dignidad del individuo, etc…, y más recientemente el cuidado del medio ambiente y la reivindicación de los derechos humanos.
Pero por ‘Democracia’ se ha llegado a entender un modelo de régimen político con un Estado de Derecho, un esquema de pesos y comtrapeso, una independencia de poderes, un sistema electoral, etc.
Es decir que se ha logrado confundir el fin buscado con los medios para alcanzarlo. Pero es bueno hacer la distinción.
Si vamos al origen etimológico de la palabra Democracia está es ‘el gobierno del pueblo’
Respecto al régimen político es pertinente entender que no es uno que se creó con ese nombre y ese concepto, sino que se le puso ese nombre a un régimen preexistente. Antes el término de gobierno que se buscaba distinguir de la autocracia y de las soberanías autónomas era el de ‘República’. La búsqueda o la defensa de la “Democracia” no aparece en los escritos de la Enciclopedia, de Voltaire o de Diderot o durante la Revolución Francesa, ni en la independencia americana, ni en los documentos de Jefferson, o de Hamilton, ni en las arengas de Washington, ni en las proclamas de Bolívar o de San Martín. Aunque se usó por parte de Alexis de Tocqueville para tratar de entender el modelo americano -justamente buscando describir lo que en ese momento era una novedad-, no tuvo ningún arraigo ni entró entonces en el léxico político. Ni después en la creación de Italia o de Alemania, ni en los movimientos sociales del siglo XIX, ni en los escritos de Marx aparece la palabra o mención de ‘democrático’. Ni siquiera en el discurso de Lincoln en Gettysburg cuando la Guerra de Secesión donde quedó la mejor descripción de su esencia con la famosa frase ""El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo…".
Paradójicamente ‘Democracia’ como actualmente se entiende como definición de un sistema político solo vino a aparecer por contraste y debido a la aparición del modelo alternativo después de la Revolución Rusa y la propuesta de un modelo socialista en la Unión Soviética. El primer uso de ella tal como hoy se usa nació con la frase del presidente Woodrow Wilson en el Discurso de los Catorce Puntos pronunciado el 8 de enero de 1918: “El mundo debe ser seguro para la democracia". Esta frase resume la idea de que desde entonces uno de los propósitos de Estados Unidos era defender y promover su modelo en el ámbito internacional.
La palabra Democracia y el sustantivo ‘democrático’ se convirtieron en una palabra fetiche, sinónimo de ‘bueno’, un referente sin el cual hoy no se puede hacer política (igual se usa para la Izquierda que para la Derecha -Polo Democrático, Centro Democrático, Republica Democrática de Vietnam, …)
El resultado en Colombia del olvido de lo que se aspiraba o sea el concepto de valores y no de mecanismos políticos, se vive con una ‘Democracia’ sin democratización. La participación del “pueblo” en el poder, en la riqueza, o en la capacidad de decidir sobre su propio destino es mínima o inexistente; desapareció la idea de que el gobierno debe ser “con él , de él y para él” .
Por eso se habla de la Democracia formal y de la falta de Democracia Real. El principio mismo de representación es desfigurado. En el Congreso que es donde éste se debía concretar sus miembros pertenecen a una élite ajena y desvinculada económica, social y vivencialmente a quienes suponen representar.
“Defender la Democracia” no es lo que necesitamos. Democratizar nuestra nación es el cambio que se requiere
“Defender la Democracia” no es lo que necesitamos. Democratizar nuestra nación es el cambio que se requiere. Empoderar a cada colombiano para convertirlo en verdadero ciudadano, partícipe en condiciones equitativas de la construcción del futuro.
Ese “cambio”, esa “democratización”es algo necesario, inevitable; se está dando e inexorablemente continuará; es la línea de tendencia de la humanidad, y en nuestro caso estamos atrasados. Esa es la razón de nuestro subdesarrollo, de nuestra violencia. Y continuar ese proceso de cambio y de democratización es nuestra única salida
Del mismo autor:¿De cuál “Occidente” somos parte?
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