Desde hace más de seis años, 31 toneladas de oro venezolano, valoradas en unos USD 2.000 millones, permanecen depositadas en las bóvedas del Banco de Inglaterra. Estos lingotes pertenecen al Banco Central de Venezuela (BCV) y fueron mantenidos allí como parte de las reservas internacionales. Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro no ha podido disponer de ellos debido a una enorme y compleja disputa política y judicial que sigue sin resolverse en 2025.
En enero de 2019, empezó el conflicto. El Reino Unido, junto a decenas de países, reconoció a Juan Guaidó como presidente interino constitucional de Venezuela, dando paso a una ambigüedad que llegó a los estrados judiciales. Desde ese momento, el Banco de Inglaterra argumentó que no podía entregar el oro al gobierno de Maduro porque seguiría la doctrina de “una sola voz” (one voice doctrine), según la cual los tribunales británicos y sus instituciones deben alinearse con la posición del Ejecutivo en materia de política exterior. Al reconocer a Guaidó, el gobierno británico negó la legitimidad de Maduro y, por consiguiente, le cerró el acceso a las reservas.
Pero hoy Juan Guaidó no es presidente interino y la pregunta es qué se debe hacer con el oro venezolano. La respuesta lleva varios años entre disputa y disputa. Maduro ha dado una serie de batallas legales en los tribunales británicos, reclamando el derecho del BCV a recuperar el oro. Pero las cortes, en varias instancias, han fallado en contra de su gobierno.
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El final del gobierno interino en cabeza de Gaudó parecía ser un punto de quiebre en el conflicto. El último día de 2022 se dio punto final a la aventura de la autoproclamación de enero de 2019. Una gran mayoría de los diputados de la Asamblea Nacional de Venezuela (ANV) votaron por eliminar el gobierno interino que por cuatro años había ejercido Juan Guaidó tras declarar ilegítima la elección presidencial de Nicolás Maduro en mayo del 2018. Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tempo, los partidos opositores, señalaron tajantemente en un comunicado: “Dejó de ser útil en la democratización de Venezuela y no reviste ningún interés para la ciudadanía”-
Entonces, el escenario cambió parcialmente ese enero de 2023, pero no la realidad de los lingotes de oro venezolanos. El Reino Unido que había volteado su tablero político tras la dimisión de Boris Johnson y la llegada de Rishi Sunak, dejó de considerar a Juan Guaidó presidente interino, pero tampoco a Nicolás Maduro como presidente legítimo, lo que creó un vacío político: ninguna figura venezolana es reconocida de forma oficial como autoridad a efectos de la reclamación del oro. Ese limbo diplomático se traduce en un bloqueo legal. El Banco de Inglaterra en cabeza de Andrew Bailey,, mantiene los lingotes bajo custodia, pero sin poder entregarlos.

En paralelo, los tribunales han continuado revisando el caso. En junio de 2023, la Corte de Apelaciones de Londres rechazó un recurso del régimen de Maduro y reafirmó que no podía disponer del oro. Hace dos meses, en julio de 2025, un juez británico volvió a negarle acceso, argumentando que entregarlo sería ilegal, ya que el Reino Unido sigue sin reconocerlo como presidente.
Ese informe Gold factsheet, elaborado por organizaciones de seguimiento, resume la situación: el oro sigue en Londres, el Banco de Inglaterra se ampara en la falta de reconocimiento a Maduro y en las resoluciones judiciales vigentes. La disputa continúa abierta.
Total, que hasta la fecha, las 31 toneladas de oro venezolano permanecen bloqueadas en el Banco de Inglaterra. Todo indica que, salvo un cambio radical en el reconocimiento diplomático británico o una decisión judicial distinta, el régimen venezolano seguirá sin acceso a esos activos estratégicos, y su oro seguirá brillando en las bodegas de Londres.
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