Después de un año y tres meses de tener a Julian Assange, el fundador de Wikileaks, asilado en el consulado del Ecuador en Londrés, el gobierno ecuatoriano, a través del canciller Ricardo Patiño cansado decidió llevar el caso a instancias jurídicas internacionales en un intento por presionar al gobierno británico a tomar decisiones que le permitan a Assange salir de la sede diplomática y viajar al Ecuador sin riesgo de ser detenido. Los ingleses han sido reacios a entregarle el salvoconducto obligatorio. El presidente Correa quiere ponerle fin a esta incómoda situación de interinidad diplomática, dándole una salida a Assange. El juez Baltasar Garzón, abogado de Assange, estaría participando de la estrategia internacional.
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