Una denuncia usurpando el nombre de un conocido abogado instaurador de demandas, fue el detonante para destapar la bien tejida trama que un grupo de empresarios “legales”, narcotraficantes y el autodenominado “aboganster” Cadena, habían urdido desde un prestigioso club capitalino, para inculpar por narcotráfico, al representante a la Cámara Iván Cepeda y al abogado defensor Miguel Ángel del Río, utilizando a un testigo falso, un agente del FBI, otro de la DEA, una magistrada de la Corte Suprema de Justicia y varios fiscales.
Los detalles del complot salieron a la luz, en la entrevista que para la revista RAYA, concedió el domingo 10 de agosto, el abogado Miguel Ángel Del Río, a la columnista de El Espectador y exdirectora del noticiero de televisión, Noticias UNO, Gloría Cecilia Orozco.
Los planificadores del montaje judicial, buscaban inculparlos de narcotráfico y hacer un gran despliegue por los medios de comunicación para desacreditarlos y quitarle validez al papel de víctimas y acusadores, antes que se conociera el veredicto que condenó al expresidente Álvaro Uribe, por soborno a testigos y fraude procesal y el que está próximo a conocerse sobre el juicio a Cadena.
También, con la participación de los agentes secretos norteamericanos, engañados o conscientes de su papel, buscaban entramparlos para detenerlos por narcotráfico, supuestamente en asocio con las disidencias de las FARC, y rápidamente extraditarlos a los Estados Unidos.
La primera alerta pública la dio hace tres semanas en su columna en “Los Danieles”, el periodista Daniel Coronel, cuando refirió el caso de las falsas demandas, qué, a nombre del abogado litigante, Oscar Díaz, al mismo tiempo habían instaurado en la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado, contra el representante a la Cámara, Iván Cepeda, y en la Fiscalía contra el abogado defensor Miguel Ángel del Río.
Tal como le sucedió con el testigo Juan Guillermo Monsalve, que a pesar de todos los intentos de soborno y atentados no cambió su declaración en contra de los hermanos Uribe al acusarlos de haber conformado el Bloque Metro de los paramilitares de las AUC, desde su hacienda Guacharacas; el aboganster Cadena no se esperaba que el testigo “estrella” para hundir a Cepeda y Del Río, no le siguiera el libreto y antes, por el contrario, los alertara del complot que habían urdido en su contra.
Efectivamente, Manuel Castañeda, más conocido como el “narcochofer”, detenido en el departamento del Cauca, cuando en un vehículo de la Unidad de Protección de Víctimas, transportaba más de 400 kilos de cocaína, y antes había realizado varios viajes con cargamentos en complicidad con altos mandos de la Policía y Fuerzas Armadas, fue el testigo “estrella” contactado por Cadena para urdir la trama, aprovechando que en el juicio que le adelantan por narcotráfico, su abogado defensor es el abogado Del Río.
Se trataba de infiltrar su esquema de protección, su oficina de abogados y averiguar en detalle su vida privada y la de sus allegados.
Después de tres reuniones con los tramadores, y los ofrecimientos de dinero, ayuda judicial y blindaje jurídico en los Estados Unidos, donde podría vivir en libertad como testigo protegido, Castañeda no quiso traicionar a su abogado y le contó el plan que urdían en su contra y del representante Cepeda.
Coincidencialmente, en esos días, se destapó la denuncia múltiple suplantando el nombre del abogado Oscar Díaz, cuando de una de las oficinas lo llamaron al notar que los datos adjuntos para notificaciones no coincidían con los registrados previamente y que la demanda presentaba varios vacíos e irregularidades, y él se sorprendió porque no había instaurado las demandas.
Según destacó el abogado Del Río, en su entrevista para la revista RAYA, los que urdieron el montaje buscaban que la aceptación de las demandas se diera antes de conocer el veredicto contra el expresidente Uribe, para utilizar poderosos medios de comunicación para desplegarla en grandes titulares y espacios informativos, buscando darles un golpe moral y de credibilidad al representante Cepeda, que fue su principal acusador y contra el abogado Del Río, quien en el juicio fue defensor de la médica Deyanira Gómez, la excompañera sentimental de Juan Guillermo Monsalve, el testigo a quien le suministró el reloj grabadora con el que este registró el intento de soborno, cuando Cadena lo visitó en la cárcel.
Según le contó a su abogado, el narcochofer, Manuel Castañeda, los complotados le comentaron que ya tenían listos los fiscales amigos para abrirle investigación a Del Río y una magistrada en la Corte Suprema de Justicia, de nombre Cristina, para encausar a Cepeda.
En su entrevista a la revista RAYA, el abogado expresó, que la única magistrada en la sala penal de la CSJ, de nombre Cristina, es de apellido Lombana, la que cuando fue coronel del Ejército fue subordinada del entonces presidente Uribe y durante un tiempo trabajo en la oficina de Jaime Granados, su principal abogado defensor.
El abogado Del Río pidió a la Fiscalía tener en cuenta el trino, que, por X, hizo Tomás Uribe, posando en una selfi, ante la oficina del FBI, en Miami y aludiendo a que Cepeda y del Río, pronto estarían rindiendo cuentas allá, lo que coincide con elementos de la trama que pensaban hacerles para acusarlos de narcotráfico y extraditarlos a los Estados Unidos, con la colaboración de agentes de la DEA y el FBI, donde cuentan supuestamente con amigos poderosos como el presidente Trump, el Secretario de Estado, Marco Rubio, y varios congresistas republicanos que en varias declaraciones públicas criticaron el juicio y condena contra el expresidente Uribe, tildándolo de politizado; al igual que hicieron con el juicio que en Brasil, le siguen a Bolsonaro, por intentar impedir la posesión del presidente Lula.
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