Finalmente la Corte Constitucional aprobó el plebiscito con el que la ciudadanía podrá aceptar o rechazar los acuerdos de paz negociados en La Habana entre el Gobierno y las Farc. En su fallo la Corte avaló que la votación mínima requerida para que el plebiscito sea válido es del 13 por ciento del censo electoral, equivalente a 4,5 millones de votos, ya sean por el Sí o el No. Ahora el proceso se traslada a dos frentes: la campaña y la organización. En la primera estarán todos los partidos impulsando el Sí con excepción del Centro Democrático que aún no define si llamara a la abstención o si irá por el No. La organización del plebiscito le corresponde a la Registraduría Nacional, en cabeza de Juan Carlos Galindo, quien deberá diseñar e imprimir 34,7 millones papeletas para garantizar el voto a cada ciudadano habilitado. La votación sólo podrá ser por el Sí o por el No, los tarjetones sin marcar no se tendrán en cuenta: no hay voto en blanco. Además, no será necesario inscribir la cédula y se podrá votar dentro o fuera del país. Muy probablemente el plebiscito se votará el último domingo de septiembre, y su costo estimado es de 350 mil millones de pesos.
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