Es posible que se supere dignamente lo terrible que acontece en Colombia, pero de ninguna manera si se cumplen los sueños de Cabal o Peñalosa, y del montón en fila
Lo que se manifiesta ahora es un aullido catártico contra la estafa, una forma de escudo improvisado ante el atraco sistemático de los poderes públicos
Difícil hablar, complejo concertar, imposible creerle, tanto en la titánica misión de superar la pobreza, como en la insípida programación de un torneo de fútbol
Así no, Duque, así no. Quien sea el que hace los cálculos, no es sano consejero, decretar cualquier forma de estado de excepción equivaldría a repartir machetes
Declarándose aterrado -como si no le consultaran previamente- el expresidente y exsenador en ejercicio de todos sus poderes entra en escena para oponerse a la masacre tributaria
Resulta muy extraño, hilarante, que el gobierno de Duque, adalid de la “Economía Naranja, resulte dándole duro al cine local, a los libros y demás renglones culturales