Estuvo en Argentina, Brasil, México y Bolivia, tratando de replicar la gloria que consiguió en el Once, pero fue volviendo a Manizales que recuperó su magia
En la cúspide de su carrera como penalista paró de litigar para apostarle a sus gustos que volvió buenos negocios con socios reconocidos como Silvestre Dangond
Los portugueses, dueños de Ara, esperaron más de 10 años para cosechar la inversión que, pese a las dificultades, este año despegó con un crecimiento de 15,6%