Durante todo el siglo XX China recibió numerosas agresiones por parte de Japón. En 1894 -1895 China fue derrotada en una cruenta guerra, Japón se anexó la isla de Taiwán, Corea y otros territorios que habían estado bajo control de la dinastía Qing.
Posteriormente Japón se apoderó de la región de Manchuria y finalmente protagonizó una gran invasión que comenzó en 1931 y desencadenó una gran guerra entre 1937 y 1945.
La ocupación japonesa fue devastadora y particularmente cruel, con mas de un millón de soldados, el ejercito japones realizó numerosísimas masacres, violaciones, esclavitud sexual y guerra biológica que es comparable o superior a las atrocidades nazis en Europa
Como producto de esta invasión murieron cerca de 20 millones de chinos, el 80% de los cuales eran civiles y se constituyó en una de las mayores guerras de la época moderna. Los caídos chinos representaron cerca de la cuarta parte de todas las victimas de la Segunda Guerra Mundial.
Los alemanes perdieron cerca de 7 millones de personas y los estadounidenses cerca de 450 mil. La Unión Soviética y China perdieron conjuntamente alrededor de 60 millones.
La guerra de resistencia contra Japón comenzó en 1931, nueve años antes del comienzo de la Segunda Guerra y culminó en agosto de 1945 con la derrota estrepitosa de Japón como producto del esfuerzo conjunto de los aliados.
El inmenso ejercito japones dedicó el 65% de sus efectivos a la guerra con China lo cual debilito enormemente el eje nazi fascista y con ello China contribuyó decisivamente a la victoria aliada.
Lo que los chinos conmemoraron a comienzos de septiembre fue el triunfo de esta guerra.
El siglo de humillación de China
China había enfrentado la agresión de las potencias occidentales desde hacia un siglo, el malestar social, la corrupción, el saqueo por parte de los países occidentales, las hambrunas y las guerras intestinas fueron el denominador común y marcaron lo que hoy los chinos caracterizan como el siglo de humillación.
A lo largo de ese siglo en China proliferaron movimientos nacionalistas y republicanos que enfrentaron 2000 años de dominación de las dinastías feudales.
Los movimientos democráticos enfrentaron también la realidad de una fragmentación entre caudillos regionales y el movimiento democrático enfrentaba el reto de lograr la unidad nacional.
Despues de la victoria de China se desencadenó una guerra civil entre 1945 y 1949 cuando el 1 de octubre se selló la llegada al poder del partido comunista chino que encontró una situación catastrófica con un país devastado por 30 años de enfrentamientos y una economía languideciente cuyo PIB per cápita no superaba los 70 dólares anuales y enfrentó el reto de superar la fragmentación, eliminar el monopolio terrateniente de la tierra y abocar la industrialización con la búsqueda del resurgimiento de la nación.
La nueva China y su papel en el mundo
China ha vivido durante los últimos 76 años un proceso de crecimiento que la ha llevado a convertirse en la economía más grande del mundo, la mayor potencia manufacturera, el principal socio comercial de más de 140 países y la principal potencia exportadora.
En este proceso China pasó de ser un exportador de productos con mano de obra barata a ser un gran exportador de productos con valor agregado, incorporación de tecnología y está pasando de depender de las exportaciones a dinamizar su mercado interno.
China tiene liderazgos principales: telecomunicaciones, supercomputación, energías renovables y baterías, vehículos eléctricos, comercio electrónico/pagos digitales y drones.
Tiene un per cápita de 14 mil dólares, el doble que el colombiano, ha superado la pobreza extrema
Aunque los dirigentes chinos han calificado su economía como socialismo con características chinas y el Estado juega un papel importante en el desarrollo económico, la participación de su gasto publico es menor que el de la mayor parte de los países desarrollados, pero la intervención del Estado en la producción directa es mucho mayor y tiene el control de actividades estratégicas.
Su sistema político difiere del de las democracias liberales de occidente, pero goza de enorme estabilidad, un complejo sistema meritocrático y su evolución ha mostrado que las formas de gobierno corresponden a las distintas tradiciones política y culturales en un mundo que evoluciona hacia un reconocimiento de la diversidad y el pluralismo en contravía de los intentos globales de estandarizar en un solo modelo al calor de lo que fue llamada la globalización.
La realización en China de la cumbre de la organización de cooperación de Shanghái, el impresionante desfile de conmemoración del triunfo de la guerra de resistencia contra el Japón y el fortalecimiento de los BRICS, indican que ha despertado el gigante asiático y que el mundo está cambiando aceleradamente
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