Los clientes se quejaron por incumplimientos en la entrega de colchones que habían solicitado y pagado oportunamente; se quejaban también de fallas en el producto y también información errada por parte de la empresa barranquillera Colchones Paraiso que tiene como representante legal a Liliana Denise Levy.
Agotadas las vías directas con la empresa los clientes elevaron su molestia a la Superintendencia de Industria y Comercio, en cabeza de Cielo Rusinque y obtuvieron pronta respuesta. Se ordenó iniciar investigaciones en contra de la firma Casa y Confort propietaria de la marca.
Colchones Paraíso comenzó en 1969 en Barranquilla cuando Felipe Bronstein mandó importar desde Alemania maquinaria para fabricar colchones resortados, es decir, una cama con resortes dentro de su estructura interna, conocidos en la época como colchones Pullman en el país. La demanda de camas en esa época no paró de crecer.
Por el éxito del proyecto el empresario con el tiempo logró comprar la marca Pullman. Con la adquisición comenzó la expansión de su negocio, que a diferencia de la competencia tenía una elaboración más detallada e industrial con una buena soldadura en las puntas de los resortes, que en la época no se realizaba de manera frecuente, por hacer partes del proceso de fabricación de forma manual.
Con la ventaja tecnológica Felipe Bronstein consiguió alcanzar el liderazgo en el mercado colombiano y quedarse en la memoria de los compradores. Por el éxito de sus colchones se decidió alzar la fábrica de Amoblando, como una forma de llegar a los clientes que querían comprar alcobas y muebles que hicieran juego con las camas. Con la idea de hacer todo el juego pronto se pasó a la fabricación de muebles. Todo fue un negocio redondo el empresario Bronstein por no solo ofrecer un producto ahora se estaba dando el juego completo con la cama, los muebles, Colchones paraíso entre otros.
Por el retiro de Felipe Bronstein los negocios pasaron a Manuel, su hijo. Que estaban agrupados bajo el nombre de Dream Rest Colombia. Donde están varias firmas entre ellas Casa y Confort S.A.S. Los números de Dream Rest parecían sólidos en 2018 cuando se anunció la compra de Muebles & Accesorios, donde se pensó llevar el plan de expansión de los negocios Bronstein.
Para esa época el Grupo Dream Rest era la segunda en la comercialización de productos para el hogar en Colombia al tener 230 tiendas, 1700 colaboradores y 40.000 metros cuadrados en áreas de venta. Dos años después la situación cambió de forma drástica, la competencia, las deudas y otros pasivos llevaron a Manuel Bronstein a tocar la puerta de la ley de quiebras.
En 2020 Dream Rest Colombia comenzó un proceso de reorganización, las deudas y dificultades no daban tregua. El principal problema para poder entrar a ley de quiebras fue ponerse al día con el pago de los trabajadores, un requisito fundamental para la Supersociedades. No era el único inconveniente varios clientes se estaban quejando de incumplimientos en la entrega de sus compras y problemas para hacer valida la política de devolución del dinero. Para 2024 Dream Rest pasó a liquidación, los números llegaron a puntos críticos, no fue la última desgracia.
Los funcionarios de la Superindustria y Comercio el 7 de febrero de 2025 decidió abrir una investigación contra Casa y Confort S.A.S., Muebles y Accesorios S.A.S. en liquidación judicial y Manuel Brosntein Tisminezky por incumplir a los clientes, tener fallas en la calidad de los productos y no ser claros con la información. En caso de ser hallado culpable los Bronstein podrían pagar hasta $ 2.847.000.000.
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