La ciudad se ha convertido en un caos para quienes la habitan. Trancones interminables, obras por todos lados e incluso la inseguridad hacen que muchos bogotanos busquen alternativas para escapar de la rutina desgastante del día a día. Sin embargo, no siempre es necesario viajar horas o tomar un avión para encontrar paz: a menos de una hora de la capital se encuentra un lugar perfecto para desconectarse. Se trata de Tabio, un hermoso pueblito de Cundinamarca que combina clima agradable, tranquilidad y rincones llenos de historia.
Cómo llegar a Tabio desde Bogotá
La cercanía de Tabio es una de sus grandes ventajas. Está ubicado a tan solo 37 kilómetros de Bogotá, un trayecto que puede tardar menos de una hora, aunque en ocasiones, los trancones a la salida de la ciudad prolongan el recorrido. Existen dos rutas principales para llegar:
La primera es tomar la salida por la Calle 80, avanzar hasta la variante que conduce hacia Tenjo y, desde allí, seguir el camino directo hacia Tabio. La segunda opción es salir por el norte, tomar la Autopista Norte y atravesar Chía. Antes de llegar a Cajicá, se encuentra el desvío que conduce al municipio. Ambas rutas permiten un viaje relativamente corto en comparación con otros destinos turísticos que requieren más de dos horas de trayecto.
Al llegar, la primera impresión sorprende. El visitante se encuentra con un detalle arquitectónico poco común en esta zona del país: los balcones coloniales que sobresalen de las fachadas, evocando un ambiente que parece transportarnos a otros rincones de Colombia.
Los encantos que esconde este pueblito de Cundinamarca
Aunque su cercanía y tranquilidad ya serían suficientes motivos para visitarlo, Tabio ofrece mucho más. Uno de sus atractivos más singulares es el jardín botánico, famoso por sus esculturas: enormes cabezas talladas en piedra que representan los ciclos de la vida, un lugar que combina naturaleza, arte y reflexión.
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Para los amantes de la aventura, está la Peña de Juaica, una majestuosa formación rocosa a la que se puede llegar caminando. Desde allí se obtiene una vista panorámica del valle, ideal para conectarse con el entorno natural y disfrutar de un momento de calma.

Otro plan imperdible es visitar las termales de El Zipa, ubicadas a pocos minutos del centro del municipio. Sus aguas cálidas son perfectas para relajarse después de una caminata o simplemente para vivir una experiencia distinta en medio de la naturaleza.
A todo esto se suma la oferta gastronómica, que sorprende por su variedad y calidad. En Tabio se pueden encontrar desde platos típicos de la región hasta propuestas más modernas, perfectas para completar la experiencia. Lo mejor de todo es que el viaje no requiere carro propio: se puede llegar en transporte público desde Bogotá, lo que permite evitar el estrés de manejar y disfrutar del trayecto con mayor tranquilidad.
Tabio es, sin duda, uno de esos destinos cercanos que invitan a hacer una pausa. Un lugar ideal para escapadas de fin de semana —o incluso entre semana— que recuerda a los bogotanos que la tranquilidad está mucho más cerca de lo que creen.
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