El estado de Israel está ejecutando un plan que a leguas se ve milimétricamente planeado para expulsar a toda la población árabe de sus fronteras o por lo menos la de Gaza.
Es prácticamente imposible que el plan de ataque terrorista de Hamás en los que fueron sacrificados más de 1500 israelíes, la mayoría civiles inocentes, no haya sido detectado con anticipación por los servicios de inteligencia israelíes, uno de los más avanzados del mundo. Este tipo de ataque requería la coordinación de miles de milicianos, es estadísticamente improbable que no se haya filtrado información de lo que planteaban hacer hacia la inteligencia israelí. Sería el único caso en el mundo que entre más de 1000 milicianos que participaron en el plan no exista un chismoso, un infiltrado de Israel o un boquisuelto. Mucho más teniendo en cuenta que Israel ejerce un férreo y milimétrico bloqueo sobre la franja que le permite conocer prácticamente todo lo que entra o sale de ese territorio, ya sean víveres, armas, gente, municiones, cohetes, paracaídas, motos, y todo el resto de cuantiosos insumos que se necesitaron para ejecutar el ataque "sorpresa".
Y lo pongo entre comillas porque este tipo de planes, cuando son detectados por un gobierno, son una oportunidad de oro para sus fuerzas militares para legitimar el uso de la fuerza sin estar limitados por la aplicación de los derechos humanos y las leyes de la guerra. Algo muy similar a lo ocurrido en la toma del palacio de justicia por parte del M-19, que fue detectado a tiempo por los servicios de inteligencia colombianos, pero se permitió que los guerrilleros ejecutaran el plan, entrarán al Palacio con el fin de encerrar al enemigo y aniquilarlo usando toda la capacidad del ejército, ante la osadía impopular del grupo guerrillero la opinión pública justifica el exceso de fuerza así afecte a civiles inocentes.
Es inexplicable como las fuerzas de reacción inmediata Israelies tardaron hasta 24 horas en auxiliar a los civiles que por WhatsApp rogaban que fueran rescatados, mientras los terroristas del Hamás se paseaban como perros por su casa por los kibutz de los israelitas asesinando, secuestrando y quemando casas. Las de Israel son las fuerzas especiales mejor entrenadas del mundo, conviven a diario con la amenaza terrorista, si hay una amenaza de bomba acuden en cuestión de segundos, Israel es un territorio 50 veces más pequeño que Colombia que se puede recorrer de extremo a extremo en 90 minutos en carro. ¿Como justifican tal tardanza?. En ajedrez está estrategia se llama peón de sacrificio. Permitir que el oponente acabe con civiles (por cierto los habitantes de los kibutz que fueron los mayores afectados en su mayoría son de una línea política opuesta al ultra derechista gobierno de Netanyahu) con el fin de lograr una posición estratégica más ventajosa.
En este artículo de la BBC se pueden evidenciar las horas de sosobra y terror que vivieron los habitantes de un kibutz hasta qué por fin se dignaron a llegar las fuerzas armadas de Israel.
https://www.bbc.com/mundo/articles/cd1l7qzj6gq
El infame ataque de Hamás le dio via libre ante la opinión pública occidental al gobierno de Netanyahu para actuar sin límites morales. Y él ni corto ni perezoso actuó en consecuencia inmediatamente para ejecutar su plan, declaró el estado de guerra, firmó un gobierno de unidad Nacional (evitando la oposición moderada que estaba fortaleciéndose por el asalto al equilibrio de poderes que estaba practicando el ultraderechista). Posteriormente procedio a literalmente demoler el norte de Gaza a punta de bombas (aplanando barrios enteros como dan fe los periodistas internacionales), da la orden de desalojar en 24 horas la mitad norte de Gaza para finalmente completar su plan que no es difícil de predecir: tomar por tierra una parte importante de Gaza, pacificar la zona y colonozarla con habitantes Israelitas.
Al mismo tiempo corta los servicios esenciales, el agua, la electricidad, la comida, los combustibles a la población palestina con el fin de causar una crisis humanitaria extrema que obligará a millones de palestinos de salir de su país y dejar el territorio libre de molestias para la extrema derecha de Israel.
Es un plan que se viene ejecutando desde 1948 cuando cientos de miles de árabes fueron expulsados de sus tierras, la lucha contra el terrorismo islámico es la excusa perfecta para ir acorralando a la población palestina hasta obligarlos a perder sus tierras y desalojar un territorio que quieren ocupar definitivamente.
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