El sueño del Cali de tener estadio propio lo está llevando a la quiebra, pero también lo podría salvar

El estadio del Deportivo Cali emite miles de toneladas de CO₂ y está subutilizado. Una granja solar podría ser la clave de su salvación financiera y ambiental.

Por: Alejandro Sánchez G
julio 16, 2025
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
El sueño del Cali de tener estadio propio lo está llevando a la quiebra, pero también lo podría salvar

El Deportivo Cali está pasando desde hace varios años por una de sus peores crisis financieras, administrativas y futbolísticas de toda su historia y, en el camino de encontrar salidas, la sostenibilidad podría brindarles luces especialmente, si se considera que los azucareros son el único equipo de futbol profesional en Colombia que tiene estadio propio

El estadio del Deportivo Cali, ¿es sostenible?

El estadio del Deportivo Cali se construyó en la zona de Palmaseca, en el municipio de Palmira. La primera piedra se puso por el año 2001 sobre un terreno de 200.000 metros cuadrados, siendo inaugurado en el 2010, pero solo acogió de manera definitiva al Club para el año 2015. El estadio tiene una capacidad para acoger a más de 44.000 hinchas.

Sobre la operación y la construcción de edificaciones, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente -PUMA-, se ha advertido que son capaces de generar el 38% de las emisiones de CO₂ en el mundo, debido principalmente a que materiales como el cemento y el acero, junto a la toda la logística de las cadenas de abastecimiento, son altamente contaminantes.

Si tenemos en cuenta el ciclo de vida de un edificio promedio: construcción, sostenimiento y demolición al final de la vida útil, se puede estimar que se producen cerca de 500 kg de CO₂ por metro cuadrado. Es decir, que el estadio del Deportivo Cali emitirá a lo largo de su ciclo vida entre 15.000 y 30.000 TON/CO₂. Eso, sin contar aquellas emisiones que genera la movilidad hacia el estadio, pues este queda en una zona rural, a 8 km de la ciudad de Cali y solo se puede llegar en transporte particular.

Esto es un impacto enorme y más teniendo en cuenta que en dicho estadio, entre los equipos masculino y femenino, se podrían jugar entre 30 y 50 partidos oficiales al año. Esto es una enorme subutilización para un escenario que se usa menos de una vez por semana, que costó cerca de 75 millones de dólares y que emite enormes cantidades de CO₂.

Alternativas financieras y ambientales

Ahora bien, el estadio del Deportivo Cali no es solo un coloso en términos de futbol, sino también en términos del concreto: es una mole de cemento y acero que no incluyó ningún elemento que lo adaptara a los tiempos en que el mundo debe transitar hacia la sostenibilidad ambiental. Casi no hay árboles en los parqueaderos, no hay ni siquiera plantas ornamentales.

Pero el estadio está en un terreno en el que solo lo circundan cañas de azúcar. Por lo que, al estar despejado, podría convertirse en una importante granja solar para aprovechar los cerca de 12.000 metros cuadrados del techo del estadio o los más de 218.000 metros cuadrados que tienen dispuestos entre dos lotes para parqueaderos.

Es decir, el Deportivo Cali tiene en su estadio, cerca de 21 hectáreas en las que podría poner a funcionar granjas solares que le permitan abaratar el costo de sus facturas, le permitan generar ingresos más allá de las taquillas, mejoren el uso eficiente del estadio y le ayuden al equipo a mitigar los impactos ambientales que genera tanto la gestión del estadio como su actividad deportiva.  

Las directivas del Deportivo Cali podrían llegar a acuerdos con la empresa que fuere, en los términos adecuados, para ambientalizar su estadio y más cuando organizaciones como Celsia, han demostrado con sus 8 granjas solares, que el Valle del Cauca es un territorio rentable para la generación de energía solar.

De hecho, Celsia tiene una granja solar en Buga de 22 hectáreas (área similar de la que dispone el Deportivo Cali) con la que esperan evitar emisiones de CO₂ cercanas a las 1613, ton CO₂/año. Por lo que los azucareros podrían aprovechar que no le han dado nombre oficial a su estadio para encontrar un socio que les apalanque un proyecto de generación eléctrica sostenible, que contribuya con una visión más ambiental de cara al futuro del club y del planeta.

Y esta clase de evaluaciones, en clave ambiental, deberían hacerla clubes que pretendan hacerse a su propio estadio, pues desde hace unos años el América o el club Llaneros, sueñan un día con tener casa propia.

También le puede interesar:

Anuncios.

Anuncios.

0
Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus