La Contraloría de Colombia tiene un laboratorio forense de vanguardia. El lugar se llama LIP25, donde hay una infraestructura moderna con salones y equipos parecidos a los vistos en las películas de los Estados Unidos o series de televisión como CSI. No es una exageración: para llegar al LIP el funcionario debe ingresar por un moderno lector biométrico y una vez dentro, tendrá a la mano herramientas especializadas en recuperar información.
En el laboratorio de Informática Forense de la Contraloría, hoy bajo la guía de Carlos Hernán Rodríguez Becerra, se puede recopilar, guardar y estudiar computadores, memorias o USB recogidas por parte de los entes de control y que terminan siendo estudiadas por los funcionarios de la Dirección de Información Análisis y Reacción Inmediata, Diari.
Con el LIP25 el país se pone a la vanguardia en la lucha contra la corrupción en América Latina. Todo en el laboratorio es único, por ejemplo, se dispone de un avanzado control de temperatura que hace casi imposible contaminar de forma accidental los celulares, computadores o memorias USB. No es el único avance, los datos almacenados tienen una escasa posibilidad de pérdida y el análisis que -en circunstancias normales tardaría semanas- ahora con el laboratorio, en horas se tendrían los resultados. La Diari, en cabeza de Juan Camilo Zuluaga, tiene una herramienta sin par en el país.

Por el diseño y las características tan únicas del LIP25, los funcionarios de la Contraloría antes de entrar a las salas del laboratorio pasan por una máquina que limpia la carga de energía de la persona. No es el único respaldo, si se cae la luz existe un generador alterno, en caso de ataques cibernéticos el lugar guarda la información en múltiples sistemas haciendo casi nula la posibilidad de pérdida, tampoco es fácil la entrada de un despistado, solo se llega con un lector biométrico y los procesos adentro son vigiladas por cámaras de seguridad. En resumen, la evidencia se analiza de forma segura, rápida y solo por los funcionarios involucrados en el caso.

Si bien la Contraloría, por ahora, solo tiene autorizado diez funcionarios para trabajar en el LIP25, a medida que pasen las semanas, más personal tanto de la Contraloría como de otras entidades de vigilancia podrá acceder a las áreas de procesamiento de evidencias, de apoyo técnico, de tratamiento de evidencia y análisis. Todo lo anterior, necesario para mantener los altos estándares de confidencialidad que tienen las investigaciones realizadas por la Contraloría.
El moderno laboratorio forense
La iniciativa fue posible gracias a la colaboración entre la Contraloría, la Universidad de Antioquia y Rotorr-Motor de Innovación que, gracias a un proceso de gestión del conocimiento que incluyó investigación aplicada, desarrollo tecnológico e innovación, generó una solución tecnológica con los rápidos resultados que comienzan a darse en cuanto el control y la vigilancia de los recursos públicos.
Con un laboratorio tan especial, el gobierno y el país disminuirán los tiempos de las investigaciones. Para dar una idea, un proceso penal puede durar meses, años o décadas en el país. Los casos de ladrones de cuello blanco suelen ser más complicados por la naturaleza encubierta de los crímenes y la complejidad de probar el suceso delictivo. En resumen, se tienen una herramienta potente para luchar contra la corrupción e impunidad en el país.
El laboratorio pone a Colombia a la vanguardia de la investigación. En palabras de Juan Camilo Zuluaga, Director de Información, Análisis y Reacción Inmediata (Diari), con el nuevo laboratorio la extracción de información se haría de forma rápida y sería casi imposible la perdida de datos y casos como el de la Unidad de Riesgo se podrían estudiar y resolver de una forma más eficiente.
En armonía con la opinión de Zuluaga, Vanessa Farrugi, la directora de Investigaciones y Auditorías Forenses de la Contraloría General de la República de Panamá, señaló que la iniciativa ayuda y fortalece las investigaciones y auditorías. Con el laboratorio en funcionamiento, tanto la ciudadanía como las entidades tienen a la orden una herramienta potente. En resumen, la Contraloría y demás entes de control tienen una forma moderna, de película incluso, de combatir la impunidad y la corrupción.
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