Las polémicas decisiones en la Superintendencia de Salud en un momento confuso del sector con decenas de EPS intervenidas por el gobierno tienen un nuevo capítulo que va más allá de Beatriz Gómez Consuegra, la esposa del Ministro de Salud. Se trata de la decisión del agente interventor de la Nueva EPS, quien depende de la Supersalud, de entregarle la responsabilidad de revisar las cifras de la entidad, auditadas por la inglesa Deloitte, a una funcionaria cuya llegada a la entidad parecería estar cargada de relaciones políticas.
Se trata de Galdys Asprilla Coronado, a quien se le delegó la función de toma de posesión inmediata de bienes, haberes y negocios de Nueva EPS.
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Su designación llamó la atención por dos cuestiones en particular. En primer lugar, ella es hermana del fallecido Guillermo Asprilla Coronado, el compañero de luchas de Gustavo Petro en el M-19 y pieza clave en la alcaldía de Bogotá, quien murió cuando se desempeñaba como secretario de Gobierno. Para muchos la persona más cercana en ese momento a Petro, un vínculo que heredó su hijo Inti, quien llegó a la Cámara de Representantes y luego al Senado por el Partido Verde.
Contradictor de Angélica Lozano, ha sido un soporte fundamental para el Petrismo en el Congreso con un peso reconocido por el propio presidente Petro. Miembro de la Comisión Quinta, no ha sido protagonista de los debates de las reformas a la salud, pero ha sido defensor de las mismas.
Además, el esposo de Gladys Asprilla, la tía del senador, es Julio César Florian, quien también está vinculado al sector salud y ocupa exactamente el mismo cargo, pero en la EPS Sanitas.
La combinación de política con cargos de perfil técnico no suele salir bien y son muchas las suspicacias que despierta
Quienes celebran el hundimiento de la reforma a la Salud piensan que es una derrota para nosotros.
— Inti Asprilla (@intiasprilla) April 8, 2024
Son tan tontos que no alcanzan a entender que no reformar un sistema que permite este tipo de derivas, es una DERROTA PARA TODOS LOS COLOMBIANOS!!
Hay que persistir!!✊🏽Fuerza✊🏽 pic.twitter.com/bTsWaCtQ56
Lo cierto es que la Nueva EPS, además de ser la más grande del país con cerca de 11 millones de afiliados, es también la que ha recibido más acusaciones de parte de distribuidoras y clínicas de tener deudas millonarias, tanto así que ya son varios los hospitales que han decidido cerrarles la puerta a sus usuarios. De ahí la importancia de contar con un contralor a la altura.
De hecho, hasta noviembre del año pasado, ese rol lo desempeñaba la británica Deloitte, una de las cuatro empresas auditoras más grandes del mundo junto a PwC, Ernst & Young y KPMG. Sin embargo, a través de la Resolución 2024320030015020- 6 del 15 de noviembre de 2024 la Superintendencia de Salud, por entonces ya con Giovanny Rubiano a la cabeza, decidió remover a esta compañía para darle paso a Gladys Asprilla, a quien le toca revisar, auditar y evaluar los estados financieros de la EPS.
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