Entre salones y clases funciona el único hogar de animales callejeros en un Colegio de Bogotá

Lo que empezó como una travesura de estudiantes se convirtió en un proyecto académico que hoy hace que el colegio Delia Zapata sea aplaudido en la ciudad

Por:
julio 26, 2025
Entre salones y clases funciona el único hogar de animales callejeros en un Colegio de Bogotá

En el colegio Delia Zapata Olivella, al occidente de Bogotá, algo distinto empezó a suceder hace más de una década. En medio de las clases de tecnología e informática, la profesora Andrea Cristina Murcia Rodríguez sembró una semilla que terminó cambiando no solo la vida de cientos de animales, sino también la de toda una comunidad educativa. Su proyecto, al que llamaron Amigos de 4 Patas, nació casi por accidente y hoy es un hogar de paso para perros y gatos callejeros, un espacio donde las lecciones van mucho más allá de un tablero o una pantalla.

La historia comenzó en 2012, en un salón de grado 11. Aquella mañana, los estudiantes estaban inquietos, dispersos, sin ganas de escuchar sobre computadoras. Andrea, en lugar de insistir con el temario, decidió mostrarles un documental: imágenes duras de zorros a los que les arrancaban la piel para venderla. Salió del salón unos minutos y, al regresar, encontró un silencio extraño, pesado; muchos de los chicos estaban llorando. La crudeza del video había tocado una fibra profunda.

Entre salones y clases funciona el único hogar de animales callejeros en un Colegio de Bogotá

La conversación que siguió se llenó de preguntas y confesiones. Algunos contaron que en sus casas los perros apenas probaban bocado o que sus padres maltrataban a los caballos que usaban para el reciclaje. Entre bromas y reflexiones, Andrea les dijo, casi al pasar, que ellos podían cambiar esa realidad. Y ellos lo tomaron al pie de la letra.

Al día siguiente, apareció en el colegio un perro callejero, flaco, enfermo, con la boca cerrada con grapas. Lo llamaron Mickey. Lo escondieron, lo llevaron al veterinario y, durante dos meses, lo cuidaron en secreto. Limpiaban salones, recogían basura, hacían todo lo necesario para que nadie descubriera que aquel animal vivía allí, escondido entre pupitres y libros.

Pero el secreto no duró. La rectora, Sonia Forero, terminó enterándose. No cerró la puerta; pidió que organizaran la idea. Así, lo que empezó como una travesura se volvió un plan. Los estudiantes llevaron más perros, pidieron ayuda a sus padres, convirtieron sus casas en hogares de paso improvisados y la profesora Andrea se encargó de conseguir alimento y medicinas. El profesor de educación física, Francisco Javier Paz Marín, se sumó poco después.

El verdadero impulso llegó cuando la rectoría cambió y Jaime Casas Ospina ocupó el cargo. Él cedió un pequeño lote dentro del colegio. Entre 2013 y 2014, comenzó la construcción del refugio, mientras los estudiantes seguían rescatando animales y entregándolos en adopción. En 2018, el sueño se hizo realidad: el hogar de paso abrió sus puertas oficialmente y, desde entonces, cientos de perros y gatos han encontrado una segunda oportunidad.

Colegio

Hoy, Amigos de 4 Patas es una clase más, como matemáticas o español. Cada semana, cerca de 200 estudiantes interactúan con los animales, aprenden sobre tenencia responsable y entienden que la empatía también se enseña. Desde que todo comenzó, ya se han entregado en adopción más de 600 perros y 400 gatos, cada uno con su carnet de vacunación y registro sanitario.

El impacto se nota incluso en los egresados: 32 decidieron estudiar veterinaria, 15 crearon sus propios hogares de paso y una exalumna se convirtió en experta en adiestramiento canino. Lo que empezó con un perro enfermo y un impulso adolescente terminó transformando la vida de los animales… y también la de todos los que aprendieron a cuidarlos.

Anuncios.

Anuncios.

0
Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus