Esta es la historia de Advil, el analgésico que no puede faltar en ningún botiquín familiar

De un descubrimiento en los años 60 a un nombre global en farmacias, Advil convirtió el ibuprofeno en sinónimo de alivio y confianza

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septiembre 14, 2025
Esta es la historia de Advil, el analgésico que no puede faltar en ningún botiquín familiar

En cada hogar latinoamericano hay una botella con pastillas destinadas a calmar el dolor. Puede ser acetaminofén, aspirina o ibuprofeno. Pero entre todas, hay una marca que logró convertir un compuesto químico en sinónimo de alivio: Advil. Su historia, sin embargo, no empieza en un laboratorio estadounidense ni con una gran campaña publicitaria, sino en la Inglaterra de los años sesenta.

Advil es hoy uno de los nombres más reconocidos en los hogares cuando alguien necesita aliviar un dolor de cabeza, muscular o simplemente bajar fiebre. Es una marca de ibuprofeno —un antiinflamatorio no esteroideo (AINE)— que hoy pertenece a Haleon, empresa nacida en 2022 como spin-off de las áreas de salud de consumo de grandes compañías farmacéuticas.

Orígenes: más allá del “dolor pasajero”

El ingrediente activo, el ibuprofeno, fue descubierto en los años sesenta por el equipo de investigación de Boots Pure Drug Co. Científicos como Stewart Adams y John Nicholson trabajaban buscando alternativas al uso excesivo de aspirina, que aunque eficaz traía consigo efectos adversos. En 1961 se patentó una de las moléculas clave, y en 1969 empezó a usarse en el Reino Unido bajo nombres como Brufen.

Advil
Stewart Adams se somete a una prueba con el fármaco. 

Durante años, el ibuprofeno fue una alternativa recetada principalmente para pacientes con artritis reumatoide y otros problemas inflamatorios. Frente a la aspirina, tenía una ventaja: menor riesgo de efectos gastrointestinales graves. Poco a poco se fue ganando un lugar en la medicina.

En Estados Unidos, el ibuprofeno estuvo disponible como medicamento con receta durante años, hasta que en 1984 la FDA aprobó su venta libre (over-the-counter, OTC) para dosis menores. Ese mismo año llegó Advil al mercado estadounidense con la misma sustancia, buscando ofrecer alivio sin necesidad de receta.

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La llegada de Advil transformó el mercado: por primera vez, un antiinflamatorio no esteroideo de este tipo podía comprarse libremente, compitiendo con productos establecidos como la aspirina de Bayer o el Tylenol (acetaminofén). El recibimiento fue inmediato y masivo: la combinación de efectividad, precio y un nombre corto y recordable lo hizo parte del vocabulario médico y cotidiano.

Advil, de marca emergente a “mega-marca”

Desde su introducción en 1984, Advil se posicionó rápidamente como competidor serio en el mundo de los analgésicos sin receta. En pocos años ganó participación de mercado, desplazando en algunos ámbitos a marcas como Bayer Aspirina, y compitiendo directamente con otros productos de referencia.

Esta es la historia de Advil, el analgésico que no puede faltar en ningún botiquín familiar

Una curiosidad: aunque muchas marcas tienen nombres que son un simple reconocimiento químico o descriptivo, “Advil” no está claro qué significa o de dónde viene exactamente. Hay especulaciones en foros de etimología y en comunidades en línea (como Reddit) de que podría estar relacionado con términos como “advice” o ser simplemente una palabra que suena bien, pero no hay confirmación oficial.

Advil no es solo ibuprofeno en tabletas. La marca amplió su línea con distintos formatos: comprimidos, cápsulas líquidas (Liqui-Gels), productos que combinan ibuprofeno con otros ingredientes para síntomas específicos como sinusitis, frío o dolencias múltiples.

También se ha comprometido con la sustentabilidad: por ejemplo, lanzando frascos con plástico reciclado o tecnologías que buscan reducir el uso plástico, como parte de los objetivos de producción de la marca.

Advil puede no tener una historia repleta de fechas épicas que todos conocen, pero su trayectoria refleja algo que pocas marcas consiguen: pasar de ser una opción médica especializada a convertirse en parte del vocabulario diario (“¿Tienes Advil?”) en muchos hogares, sin perder su promesa fundamental: alivio confiable.

El negocio detrás del analgésico

La historia empresarial de Advil también es la de los gigantes de la industria farmacéutica. Tras pasar por manos de American Home Products, la marca terminó en el portafolio de Pfizer, luego en la división de consumo de GSK y finalmente, desde 2022, bajo la nueva compañía Haleon, que agrupa algunas de las marcas de salud de consumo más fuertes del mundo. La reciente venta de la participación de Pfizer en Haleon por más de 3.240 millones de dólares subraya el inmenso valor de esta marca.

Hoy, Advil se vende en decenas de países y forma parte de un mercado que mueve miles de millones de dólares cada año. En Estados Unidos, es uno de los líderes indiscutibles en la categoría de analgésicos OTC (over-the-counter, es decir, de venta libre).

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