Aldana es un municipio ubicado a 95 kilómetros de la ciudad de Pasto, capital de Nariño; a solo 12 kilómetros de la ciudad fronteriza de Ipiales y a 16 kilómetros de la frontera con Ecuador. Se encuentra a 3.015 metros sobre el nivel del mar, con una temperatura media de 5.8 grados centígrados, siendo de las más bajas del país. La economía del municipio se basa principalmente en la agricultura, con cultivos de papa, cebada, trigo y maíz; también tiene actividad ganadera con la producción de leche y la elaboración del queso más delicioso de Colombia; en menor escala se producen artesanías en lana de oveja.
En este pueblo la gente sueña con mejores oportunidades, con un mejor porvenir. Fue muy azotado (como muchos territorios colombianos) por los tratados de comercio internacionales inequitativos que arrasaron con la agricultura y la comercialización de la leche.
En este pueblo frío, pero de mucho calor humano, encontró su cuna Lina Sofía Tarapués Reina; sus progenitores son Martha Lucía Reina Yamá e Iván Tarapués Quitiaquez. De niña siempre jugaba a ser doctora examinando a sus muñecos con un estetoscopio. Desde sus primeros años se destacó por ser muy buena estudiante, ocupando siempre los primeros lugares. Sus estudios los hizo en la Institución Educativa Nuestra Señora del Pilar de Aldana, donde le surgió el sueño de obtener el máximo puntaje en las pruebas Saber (ICFES) para poder estudiar medicina en una universidad pública de las más acreditadas.
Luego de terminar sus estudios de bachillerato, ingreso a estudiar enfermería en la Universidad de Cauca con un alto puntaje, donde cursa el séptimo semestre. Pero Lina Sofía no se sentía satisfecha con su puntaje para ingreso a la educación superior y decidió presentarse de manera individual, obteniendo el puntaje perfecto: 500/500 puntos en las pruebas más recientes de julio de 2025.
Ahora Lina Sofía está admitida en dos de las mejores universidades públicas del país para estudiar medicina: la Universidad del Cauca y la Universidad del Valle. Los habitantes de este pequeño poblado, enclavado en el altiplano de Túquerres - Ipiales, han recibido con alborozo que una de sus hijas haga patria en el interior del país, dando a conocer su municipio por un hecho que motiva a las juventudes.
Ver triunfar a un joven es maravilloso para la familia y para la comunidad. Estos hechos también conllevan que la gente piense por un momento dónde se ubica este municipio, y, quizás, recordarles a los gobernantes que existe una comunidad con unos jóvenes que anhelan una oportunidad para poder salir adelante en la vida. El campo está completamente abandonado y con jornales que no alcanzan a suplir sus necesidades. Por lo tanto, estos jóvenes lo que tienen en mente es comprarse una moto para dedicarse al transporte informal.
Esperamos que el gobierno del Cambio, de continuar con su proyecto en el próximo cuatrienio, piense en los jóvenes del campo y de los pueblos que yacen en el abandono.
Este pueblo olvidado necesita que sus jóvenes tengan la oportunidad de tomar vuelo a través de su aeropuerto San Luis para que salgan a desplegar su talento en las mejores universidades del país y, por supuesto, que retornen para servirle a su comunidad. Y si las oportunidades se dan para hacer patria, allende de las fronteras, pues bienvenidas sean.
Lina Sofía es ejemplo para los jóvenes de toda Colombia: ha demostrado que lo que se requiere es perseverancia, disciplina y un método en el logro de sus sueños. Los sueños que tienen sus pobladores de mejores oportunidades. Que sus hijos no se queden en la esquina del parque en honor a Antonio Nariño perdiendo el tiempo, sino que luchen por hacer realidad esos sueños de la infancia. Si no logras el 100%, puedes alcanzar buenas oportunidades. ¡Enhorabuena por Lina Sofía Tarapués Reina y su familia!
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