El exgobernador Hugo Aguilar, condenado a nueve años por parapolítica, quien logró que el INPEC lo trasladara de la cárcel de la Picota en Bogotá a la penitenciaria de San Gil aduciendo problemas de salud, estuvo de fiesta el fin de semana del 15 de marzo en Barichara. Los Aguilar tenían dos motivos de celebración: el matrimonio de su hijo menor Hugo y la victoria electoral de su otro hijo, Mauricio, quien obtuvo una de las mayores votaciones en Santander por encima del primero de la lista Liberal, Horacio Serpa. El INPEC aún no ha dado explicaciones del permiso que pudo haberle dado al excoronel.

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