Qué elocuente, me parece demasiado elocuente, pero las leyes las hace el congreso, es decir la política, y la política la hace la lucha de clases por el poder, de manera que ahora le tocó hacer justicia a favor del pueblo a la Jueza Sandra Liliana Heredia, aplicando el debido proceso y la presunción de inocencia con un sentido de clase; honor a su carácter, valor civil, e inteligencia jurídica y política.
Empieza el amanecer de una nueva democracia popular, el parto será difícil y sangriento, como todo nacimiento que apenas está rompiendo el cascarón de lo viejo y la reacción desesperada del régimen que está muriendo, pero que todavía es un cadáver insepulto.
La jueza Sandra Liliana Heredia abrió la cueva de los ladrones, por fin veremos la luz en la caverna; la togada estuvo a la altura de los grandes letrados con en el escrito de introducción al Fallo, que es toda una página de antología jurídica y de alta política.
Vamos a ver qué dicen los medios, frente este monumento literario y jurídico, y a ver qué pasa con la independencia de la justicia frente a los gobiernos de Trump, Milei, Bukele y Bolsonaro.
Por supuesto que sin los Acuerdos de Paz (2016), el estallido social (2021), la presidencia progresista de Gustavo Petro (2022), y las movilizaciones populares en este gobierno, el juicio a Álvaro Uribe Vélez no habría tenido el espacio para la condena judicial.
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