Inter Rapidísimo se ha consolidado como una de las compañías de logística más importantes del país. Su crecimiento no ha sido casualidad: detrás están años de trabajo estratégico, precios competitivos y una gestión que ha sabido responder a las demandas de un mercado cada vez más exigente. Ahora, la firma fundada por Norman Chaparro prepara un salto arriesgado pero ambicioso, en el que la tecnología será la protagonista.
Inteligencia artificial para mejorar la experiencia del cliente
Uno de los ejes centrales de esta transformación es la implementación de inteligencia artificial. Con chatbots diseñados para atender consultas de manera rápida y precisa, la compañía busca reducir devoluciones y ofrecer soluciones oportunas a sus usuarios. Pero la IA no se queda allí: también se está usando en el análisis predictivo de rutas, algo crucial en ciudades como Bogotá, donde el tráfico puede arruinar cualquier cronograma.

La actualización constante de sus herramientas digitales ha permitido, por ejemplo, poner a prueba la entrega digital de documentos en reemplazo del formato físico. Esto no solo agiliza procesos y reduce costos, sino que también disminuye el uso de papel, alineando a la empresa con prácticas más sostenibles.
Un centro automatizado para dar el siguiente paso
Además de las innovaciones tecnológicas, la compañía también está invirtiendo en infraestructura. Según reveló Norman Chaparro a Portafolio, actualmente se construye un complejo de más de 30.000 metros cuadrados, equipado con un sistema de automatización que promete reducir tiempos de operación y costos de clasificación. El proyecto, valuado en cerca de 50 millones de dólares, se perfila como uno de los más grandes avances de la logística nacional en los últimos años.
Pero Inter Rapidísimo no se olvida del factor humano. La conexión con la gente sigue siendo uno de los pilares de su estrategia. Este año, Chaparro adelantó que en el Día del Mensajero la compañía prepara una sorpresa especial, como una forma de reconocer el trabajo de quienes son el corazón del servicio: los repartidores.
El sueño de los drones, un proyecto en pausa
No todo avanza al mismo ritmo. Entre los planes de la compañía también estaba la implementación de drones de reparto, una apuesta futurista que por ahora parece quedar en el aire. La firma colombiana viene trabajando junto a la empresa alemana Wingcopter, fundada en 2017 por Tom Plümmer, Jonathan Hesselbarth y Ansgar Kadura, reconocida por diseñar y fabricar drones de última generación.
Sin embargo, los obstáculos técnicos y normativos aún son grandes. La autonomía de vuelo —apenas entre 30 y 35 minutos— limita su utilidad en un país con geografías complejas como Colombia. A eso se suman las restricciones de seguridad aérea, que han impedido que el proyecto se concrete de la forma en que se soñaba.
Aunque no todos los planes han despegado, Inter Rapidísimo demuestra con cada paso que su visión de futuro está puesta en la tecnología, la eficiencia y la cercanía con la gente. La inteligencia artificial, la entrega digital, los centros automatizados y la búsqueda de soluciones alternativas, como los drones, son parte de un camino que busca modernizar la logística en Colombia.
Una apuesta ambiciosa que no solo impactará en la forma en que se entregan paquetes, sino también en cómo las empresas colombianas entienden la transformación digital en sectores clave para el país.
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