Duro golpe a Icasa, la marca que todo Colombia recuerda, que ahora está en manos de Haceb

La super Rusinque le dio la razón a una empresa de comercio electrónico que le ganó a la fabricante de neveras antioqueña el derecho a usar el nombre de Iksa

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febrero 19, 2025
Duro golpe a Icasa, la marca que todo Colombia recuerda, que ahora está en manos de Haceb

Detrás del pleito entre Industrias Haceb S. A. de Copacabana (Antioquia) con Iksa Group, está la historia, ya casi olvidada de la marca de neveras Icasa, que el desaparecido Grupo Glottmann hizo famosa entre los colombianos durante la segunda mitad del siglo XX.       

Todo comenzó hace casi 90 años cuando el 8 de marzo de 1935, el migrante rumano Jack Glottmann, quien llegó a Colombia procedente del Perú a vender telas, radios y entonces novedosos tocadiscos, fundó la Industria Colombiana de Artefactos (Icasa)

Glottmann había resistido la persecución contra los judíos de la que logró huir y Barrancabermeja (Santander) fue el primer lugar que pisó en Colombia, pero meses después, decidió asentarse en Bogotá.

La historia de la fama de Icasa

En la capital, Jack Glottmann comenzó a vender los productos de Icasa con una estrategia bastante arriesgada, pues tenía un sistema de ventas puerta a puerta con la posibilidad de fiar y el tiempo le dio la razón.

En 1950, Icasa comenzó a ensamblar las neveras. En esa época, el país había prohibido la importación de productos como refrigeradores de alimentos porque en el fin del gobierno del conservador Mariano Ospina Pérez y el primer año del también conservador Laureano Gómez, se estaba buscando la industrialización del país, se impusieron altos aranceles.

Ese veto cayó sobre los refrigerados de alimentos y algunos empresarios privados, entre ellos los rumanos Glottmann se le midieron a ese negocio que comenzó con la fabricación y venta de electrodomésticos.

En 1959, Jack Glottmann murió, sus herederos, los veinteañeros Jaime y Saulo, debían pasar al frente. Saulo no duró mucho con esa responsabilidad y dejó todo en manos de Jaime.       

En 1970, la organización de los Glottmann era todo un símbolo en el país. Sus neveras eran el sueño de los recién casados y el símbolo de las familias con dinero. Su eslogan, ideas que duran, era un imán para los clientes y su poderío era innegable.

Icasa alcanzó a tener 90 sucursales, el 20 % del mercado nacional, emplear a más de 4.500 personas y construir un embrujo alrededor de su eslogan. En los 80, incluso, la Industria Colombiana de Artefactos, logró absorber partes de la General Electric, empresa de los Estados Unidos, sin olvidar que amplió su portafolio de 8 a 30 productos.

Logo de Icasa

Con la llegada de los años 80, comenzó la caída de la empresa que fabricaba electrodomésticos en Bogotá. Varias fueron las causas de la crisis, entre ellas, sospechas de malos manejos administrativos, falta de financiación, aparición de nuevos competidores en el mercado y conflictos con los trabajadores de la compañía. La suma de todos estos problemas golpeó de forma gradual pero definitiva a la otrora poderosa firma. 

En detalle, Icasa dejó de recibir financiación y tuvo problemas de caja cuando los españoles del BBVA compraron el Banco Ganadero.

El 27 de junio de 1991, la gerencia de Jaime Glottman debió afrontar una huelga de trabajadores. Por la protesta, la producción salió afectada, y durante las negociones se mencionó el tema de presuntos malos manejos administrativos por parte de los directivos.

Adicionalmente, en la apertura económica de los 90, la competencia de productos como Whirlpool, Samsung y Mabe, que llegaron con estrategias de mercado muy agresivas, le dañaron el reinado.

El golpe de gracia para la Industria Colombiana de Artefactos llegó cuando Jaime Glottmann, el famoso directivo, fue acusado de infringir la ley. El empresario decidió mudarse a Israel y el control de la empresa quedó en otras manos. 

En 1995, Jaime Glottmann fue señalado de captación ilegal de dinero y falsedad en documento privado en Colombia. El monto estimado por el presunto delito fue de 4 mil millones. Posteriormente, en 1997, un Juez en Bogotá lo condenó a 12 años por captación ilegal de dinero. El gobierno colombiano lo solicitó, pero Israel no accedió a esa petición.

A finales de los 90, la empresa pasó a vender todos sus activos con miras a la liquidación.  Sin embargo, existió una pequeña esperanza. Industrias Haceb, fundada por José María Acevedo Alzate, compró Icasa a través de la Fiduciaria de Occidente, encargada del fideicomiso.

Para el ahora centenario hombre de negocios dueño de Haceb, si bien su rival tenía problemas, la fama adquirida y el reconocimiento de la marca Icasa, eran activos muy importantes en los que valía la pena invertir.

En ese momento, los directivos de Icasa, confiaban en que Haceb invertiría 4.000 millones en la compañía para recuperar la producción y volver a tener la importancia que habían tenido en los años 70 y 80.

En efecto, la marca se salvó, pero los antioqueños que se quedaron con Icasa abandonaron la producción de neveras. Desde 2003 cuando se formalizó la compra, Haceb protege el nombre Icasa con esmero, aunque ya no produce neveras con esa marca.    

El pleito de las marcas desatado entre Iksa e Icasa      

En 2024, cuando Iksa Group, empresa que quería entrar al comercio electrónico, intentó registrar el eslogan: Iksa esenciales y únicos como tú, buscó el permiso de la Superintendencia de Industria y Comercio se llevó una sorpresa.

La firma antioqueña Industrias Haceb sintió que su marca Icasa estaba en riesgo e Iksa Group enfrentó su oposición al registro. De hecho, aunque ya no se fabrican las neveras con el nombre de la empresa del desaparecido Grupo Glottmann, el representante legal de Haceb, Santiago Londoño Aguilar, defiende el legado adquirido que marcó la vida de los colombianos.

Para los abogados de Haceb, el nuevo negocio Iksa podría fácilmente llevar a error a los clientes. Según los juristas, la palabra Iksa tiene apenas diferencias con Icasa, por lo que sería muy fácil asociar o confundir los símbolos, inclusive sería solo cambiar la “k” de Iksa por su sonido fonético “ca” para formar la palabra Icasa.

En resumen, los abogados de la Industria de electrodomésticos y gasodomésticos antioqueña con sede en el municipio de Copacabana, al norte de Medellín, consideraron que existían muy pocas diferencias y era sencillo llegar a malentendidos, aunque los negocios no son iguales ni los dueños están conectados entre sí.

En respuesta a los argumentos señalados, los abogados de Iksa afirmaron: las palabras utilizadas son de uso libre y gratuito, nadie puede apropiarse ni registrarlas por limitarse el derecho a la libertad de expresión.

Otros argumentos señalados fueron la diferencia de compradores, pues mientras Iksa quería llegar al mercado de comercio web, Icasa se ubica dentro de la fabricación y comercialización de electrodomésticos. Adicionalmente, es muy difícil confundir a los usuarios debido a sus diferentes mercados. Los funcionarios de la SIC, una vez escucharon a las partes, tomaron su decisión que representa una nueva caída para la marca Icasa. 

La decisión

Para la organización gubernamental, hoy dirigida por Cielo Rusinque, no había riesgo de confusión. Según la investigación desarrollada por la SIC, son muy diferentes Iksa e Icasa y es absurdo un malentendido por parte de los clientes y aprobó la marca Iksa.

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Icasa
(Marcas Enfrentadas)

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