La historia comienza en 2004, cuando David Lemoine y Claudia Bernal, ambos profesionales en Bogotá, él músico y ella artista, decidieron dejar la vida cotidiana y bullosa de la ciudad para establecerse en una finca en Subachoque, Cundinamarca. Recibieron una vaca lechera como regalo, y Claudia, apasionada por la elaboración de quesos y yogures, comenzó a experimentar con la producción artesanal de estos productos. Este fue el punto de partida de la marca Dejamu que ha revolucionado el mercado de productos lácteos destacándose especialmente por su yogur griego, ., compitiendo directamente con gigantes del sector como Alpina y Colanta.
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Desde sus inicios, Dejamu se reconoce como una marca que vive en armonía con la naturaleza. La empresa practica el silvopastoreo, una técnica de ganadería sostenible que combina árboles y pasturas para mejorar la biodiversidad y la salud del suelo. Hasta la fecha, han sembrado más de 10,000 árboles nativos en sus terrenos.
(foto de la fábrica en Sopo)
Lo que comenzó como una producción para familiares y amigos, utilizando apenas 300 litros de leche diarios, ha crecido exponencialmente. En la actualidad, Dejamu procesa más de 20,000 litros de leche al día, abastecidos por 500 productores lecheros de Zipaquirá y Sopó. La empresa cuenta con alrededor de 150 empleados y mantiene un proceso de elaboración artesanal, priorizando la calidad sobre la cantidad.
La marca ofrece más de 120 referencias de productos, incluyendo yogures bebibles sin dulce, endulzados con azúcar o estevia, yogures griegos, opciones veganas, suero costeño y diversos tipos de quesos. Su compromiso con la calidad y la salud ha sido clave para su éxito en el mercado.
Además, la empresa cuenta con más de 9 sedes, donde ofrecen comida, helados, una combinación de frutas y yogurt entre muchas otras cosas. Sus productos están disponibles en más de 700 tiendas, incluyendo cadenas de supermercados como Jumbo, Alkosto, Colsubsidio, Carulla, Makro y Surtimayorista. Además, tienen presencia en tiendas de descuentos como D1 y Ara, donde sus yogures griegos se han convertido en favoritos de los consumidores.
Su expansión en Bogotá y alianza con D1 y Ara
También ha logrado posicionarse como el proveedor de yogures griegos para las dos principales cadenas de tiendas de descuento en Colombia: Tiendas D1 y Ara. Aunque sus productos se venden bajo marcas blancas, marcas propias de estas cadenas, los yogures son fabricados en su planta ubicada en Sopó, bajo los mismos estándares de calidad y procesos artesanales con los que elaboran sus productos de línea.
Este convenio sin duda ha sido un negocio redondo, por un lado, D1 es una cadena de supermercados de formato “hard discount” pionera en Colombia. Fue fundada en 2009 y pertenece al Grupo Valorem, de la familia Santo Domingo, siendo la número uno en el país. Luego está Ara, la competencia directa de D1. Llegó a Colombia en 2013 como parte de la expansión del grupo portugués Jerónimo Martins, dueño también de la cadena Pingo Doce en Portugal y Biedronka en Polonia. Su modelo de negocio también se basa en ofrecer productos de bajo costo.
La empresa también ha establecido puntos de venta propios en centros comerciales, el aeropuerto El Dorado y universidades como El Rosario y Los Andes. En 2025, dieron un paso más en su expansión con la apertura de su primer restaurante en el Centro Comercial Multiplaza en Bogotá, ofreciendo un menú saludable y libre de ultraprocesados.
Más allá de su éxito comercial, Dejamu se destaca por su modelo de negocio que se esfuerza por utilizar la menor cantidad de ingredientes posible, evitando conservantes y aditivos artificiales, lo que se traduce en productos más naturales y saludables para los consumidores.
Además, Dejamu mantiene una política de precios justos, con márgenes de ganancia estándar que no varían según el producto o el cliente, permitiendo que sus productos sean accesibles para una amplia gama de personas.
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