¿Por qué será qué el ansia personal por el espacio material tiene condenados a los seres humanos a sentir y practicar los peores sentimientos?, surgidos éstos a partir de una inconsciencia del papel que jugamos a nivel universal, a la vez que son originados desde las raíces de una podrida y torcida intelectualidad de unas neuronas que tenemos acostumbradas a generar pensamientos de maldad y oscuros deseos, como si fuera algo totalmente natural.
Porque ya no hay tiempo para seguir creyendo que sintiendo lo que hasta hoy ha sido el credo impuesto y puesto en marcha por una minoría de sujetos sujetados entre sí, a través de la violencia y el poder desmesurados, movilizándose en contubernio tras el infierno terrenal que a partir de ellos ha sido creado, actuando como si fueran mayoría, por el afán de lucro individual, van a convertir al mundo edificado por los humanos en el mejor ejemplo a seguir, intentando hacerlo parecer producto de la evolución sobre la superficie de un planeta que se desgaja en medio de la mayor extinción promovida por un estilo de vida que es contrario a todas las necesidades naturales, las cuales solo existen para determinar la protección del medio ambiente que parece resiliente, aunque no lo es.
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