El apoyo que le ha dado Barranquilla a la Selección Colombia en los últimos años ha sido, para muchos, lamentable. La hinchada no se ha hecho sentir a la altura de lo que la tricolor necesita e incluso hinchadas visitantes como la peruana alentaron más que la colombiana.
El debate está nuevamente sobre la mesa y plantea si Barranquilla debería dejar de ser la sede de los partidos de la tricolor, ya que el clima ya no los beneficia y además la hinchada no acompaña. Vuelve a plantearse la posibilidad e incluso el alcalde de Cali Jorge Iván Ospina planteó la posibilidad que trasteen la sede a Cali, donde si apoyan verdaderamente y con pasión.
Sin embargo, un video reciente de un viejo partido de la selección en Medellín llena de motivos a quienes dicen que el problema es Barranquilla. En el partido que Colombia le ganó a Ecuador en 2009 por las eliminatorias a Sudáfrica 2010, la hinchada paisa alentó con fervor, entusiasmo y hasta insultos a los ecuatorianos. Desde ese 2009 no se juega en Medellín.
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La comparación con la actual Barranquilla es evidente y deja ver el problema que muchos critican: solo van las élites, influencers, políticos o adinerados (por el alto precio de las boletas) los que pueden ir, dejando al público popular, a ese que alienta de inicio a fin, sin ir al estadio para gritar a muerte por su selección. La clasificación está casi perdida, y en estos momentos difíciles la hinchada no ha dado el espaldarazo que el equipo necesita para sobreponerse a las adversidades.
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