¿Te has preguntado alguna vez qué harías si tuvieras en tu bolsillo 90 billones de pesos? Así como suena, 90 billones con b de burro. Quizás, te dedicarías a pasear alrededor del mundo, visitando cada ciudad, o quizás te dedicarías a comprar, hacer grandes inversiones en las principales multinacionales del planeta, o quizás, apoderarte de un Estado.
Y para apoderarte de un Estado con 90 billones en el bolsillo, podrías comprar todas las empresas del país, se podría sobornar a todo el congreso de la república, inclusive al presidente incluyendo a todos los funcionarios para poner las leyes a tu antojo.
Eso es lo que está sucediendo con las EPS en Colombia, pues tienen acceso a 90 billones de pesos (producto de los impuestos de los colombianos), y lo que se han dedicado es precisamente apoderarse del Estado colombiano, pero la diferencia es que las EPS como personas corporativas se están comportando como psicópatas con una ambición desmedida que no les basta con tener 90 billones, sino que buscan aumentar al doble o al triple ese monto.
En ese orden de ideas las EPS actúan con verdadera demencia, sobornan si tienen que hacerlo, corrompen a las instituciones si tienen que hacerlo con tal de aumentar el dinero, porque no les basta con tener 90 billones, eso lo hace un desquiciado, un ambicioso incontrolable.
Es entonces que las EPS deciden quiénes viven y quiénes mueren en las clínicas y hospitales, inclusive manejan una cuota de muertos, decidir que los que los que entren a un hospital, la cuota de ese hospital debe ser el 70% o el 60% de quienes vivan y el 40% son los que mueren.
La herramienta asesina son las llamadas autorizaciones, las autorizaciones se hicieron para decidir quién vive y quién muere y para definir las cuotas de cuántas personas vivan y cuántas personas mueren. Las EPS son dictadores, porque se apoderaron definitivamente de las instituciones.
¿Cómo cambiar esa situación? Porque parece que hasta el presidente le ha sido difícil suprimirlas, y parece que es imposible lograrlo, pero sí hay una posibilidad, hay una esperanza, y es que en las próximas elecciones un progresista vuelva a ser presidente, y que en el congreso sea elegido una mayoría progresista leales al pueblo, para poder enfrentar ese monstruo de las EPS, y que retorne nuevamente la vida, que se priorice la vida, esa es la ilusión y la esperanza que yo mantengo aún.
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