El 4 de abril de 2025, la Fiscalía llegó a un preacuerdo con el castigo para Sneyder Pinilla. Como era de esperarse, las penas para estos corruptos, aunque legales, son irrisorias, ridículas y llevan casi a la impunidad.
Este señor es uno de los principales involucrados en el escándalo de los carrotanques de la Guajira, que estaban destinados a mitigar el grave problema del agua de esta región, causando un grave daño social a las comunidades Guajiras, apenas recibiría 5 años y 8 meses de prisión; ha pagado 618 millones de pesos, pero lo robado por él y los demás involucrados fueron 40 mil millones de pesos; además recibirá otras gabelas, como podría ser pagar la pena no en una cárcel corriente, sino en otro sitio.
¿De verdad esto es justicia? Y todavía nos aterramos de la gran corrupción que hay en nuestro país y que con estas leyes no hay manera siquiera de disminuirla. Esta es la razón de por qué estos delitos de corrupción, se repiten y repiten muchas veces en Colombia, porque los delincuentes saben que si son cogidos, las penas van a ser muy débiles y entonces se arriesgan, no le temen a la justicia.
Bueno, pero alguien diría, desafortunadamente esas son las leyes en nuestro país y hay que cumplirlas, entonces hay que cambiarlas, hay que acabar con esa cuasi impunidad, hay que volverlas ejemplarizantes. Este es un punto muy importante para un programa del gobierno y del congreso para las elecciones del 2026, porque por lo que se ve actualmente es casi imposible llevarlo a cabo.
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