Susana Muhamad dio el Si al ofrecimiento que le hizo el Presidente al aire para que ocupara la Dirección de Planeación Nacional en reemplazo de Alexander López a quien Petro le aceptó la renuncia protocolaria. Sin embargo, no se ha dado la confirmación por parte del Presidente ni se ha publicado su hoja de vida en la página de la Presidencia; señal inequívoca de una decisión burocrática en firme.
Aunque en el famoso Consejo de Ministros televisado del 4 de febrero en el que apareció un Armando Benedetti entronizado al lado del Presidente, que disparó la crisis ministerial, Muhammad con voz entre cortada, afirmó públicamente que no se sentaría en la misma mesa con el entonces jefe de gabinete, su militancia y compromiso con Petro parecieran trascender su posición política de cara a la defensa y está decidida a tragarse sus palabras.
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Armando Benedetti se reposicionó en Palacio y es ahora el hombre que le habla al oído a Petro y con quien está en el día a día ahora dedicados a construir el cuestionario de la Consulta Popular después de haber anunciado la llegada de 20.000 propuestas al Ministerio del Interior de las que ya sacaron doce preguntas.
Benedetti no ha disimulado su resistencia a la llegada de Susana Muhamad a un cargo tan clave como es del Departamento de Planeación Nacional, alguien con quien tiene profundas diferencias en la manera de concebir y ejercer la política que van mucho más que el episodio personal del Consejo de Ministros.
Ocurre algo similar con el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, otro de los poderosos del reino a quien Muhamad le dificultaría su manejo casi omnipotente que ha logrado con el respaldo del Presidente al punto de que ha logrado nombrar dos fichas suyas en puestos claves. Logró que llegara alguien tan inexperto como Angie Lizeth Rodríguez al Departamento Administrativo de la Presidencia y a la Secretaria Jurídica otro cercano, pero sin perfil jurídico que demanda el cargo como es Augusto Ocampo quien tiene como antecedente haber sido el zar anticorrupción en su Acaldía en Ibagué.
Ayudó también su respaldo para que el Presidente optara por nombrar a la joven Yannai Kadamani Fonrodona en la cartera de cultura.
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Una figura como la de Muhamad a quien la catapultó nacional e internacionalmente la COP16 de Cali, con formación académica, carácter y decisión pero además constructora del proyecto político de la Colombia Humana y a quien Petro le tiene toda la confianza sería una amenaza para estos dos alfiles que por el momento nadan como pez en el agua.
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