Millones de habitantes de calle que quedaron desprotegidos por la suspensión de USAID en EE. UU.

La suspensión de USAID por Trump, acusaciones de corrupción y el fin de décadas de ayuda global amenazan el legado de la cooperación internacional estadounidense

Por: Mario Arias Gómez
febrero 27, 2025
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Millones de habitantes de calle que quedaron desprotegidos por la suspensión de USAID en EE. UU.

La suspensión de la ayuda humanitaria y social que por décadas prestó Estados Unidos a los países más vulnerables del mundo a través de la legendaria Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), con presencia en más de cien países, entidad fundada por el gobierno de John F. Kennedy en 1961, con el objetivo de centralizar la cooperación internacional, tenido como uno de los mayores entes en asistencia bilateral (solo en 2023 distribuyó más de cuarenta mil millones de dólares), entre cuyos logros se enumera el suministro alimentario a millones de famélicas masas de desamparados.

Interrupción decretada por el nuevo emperador del imperio que gobierna mediante órdenes ejecutivas, pasando por encima del poder legislativo, al punto que de las 108 órdenes suscritas, 70 han sido demandadas, 12 de ellas transitoriamente congeladas por los jueces que obligaron a la Casa Blanca a darles continuidad, referidas a auxilios, préstamos federales y a la baja administrativa de miles de empleados; decisiones causantes de santa ira por parte del soberbio aspirante a dictadorzuelo, replicadas como “un esfuerzo concertado de activistas demócratas, continuación del uso de la justicia como arma contra el presidente”, no sin enrostrarle a los jueces el infundado “abuso de su poder para bloquear unilateralmente la autoridad ejecutiva del mandatario”; “crear una crisis constitucional generadora de incertidumbre a los 77 millones de estadounidenses que lo eligieron”.

Para Elon Musk -cabeza del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE)-, dicha agencia es una olla de grillos cocinada por indistintos gobiernos demócratas -en todas partes se cuecen habas-, vengativamente descalificado su legado desde la oficina oval, concluyendo: “Cada mandato (judicial) es un abuso del Estado de derecho y un intento de frustrar la voluntad del pueblo”.

Sueño de bondad impulsado por los icónicos presidentes: Kennedy, Clinton, Obama, que buscaron fortalecer globalmente la democracia, ignorado arteramente por Trump, perversa, desdichadamente distorsionado, convertido -según los secuaces republicanos- en fuente de financiamiento de la propaganda contraria a la quimera que inspiró la creación de USAID.

Cargamontón que ahondó Marco Rubio -secretario de Estado- al calificar la institución como ‘nido de ratas’ que “dedicó el 80 % de la ayuda social a financiar programas contrarios a nuestra estrategia nacional; al pago de personal y consultorías, quedando solamente el 20 % para la gente necesitada”. contradiciendo al amo que se mostró incluso partidario de clausurar la dependencia -pagando justos por pecadores- al manifestar: “Muchas de las funciones y programas continuarán”.

Los millones de indigentes beneficiados, han quedado doblemente agradecidos por el añadido destape de los ladrones, receptadores de las ayudas, estafadores del tesoro norteamericano, que esperan verlos pronto en el banco de los acusados; descarnados calificativos extendidos a los alfiles de Petro, empotrados en la degradada Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), en mora de ser liquidada, de decretarse un borrón y cuenta nueva, de reinventarse, a efecto de recomenzar desde cero.

Depuración que deberá continuar con los cómplices medios vinculados a campañas de desinformación -algunos de manera encubierta- en favor de la extrema izquierda y los sucedáneos chavistas, cuya feriada autonomía, independencia informativa, línea editorial, han sido desnudadas por ‘Reporteros sin Fronteras’, responsables -consecuentemente- del estado de agonía, caos, desbarajuste de la democracia en Latinoamérica, convertida en fundo de caza privado de los ideologizados Evo, ‘Maburro’, Ortega, Petro, que manipularon, usaron la democracia para hacerse al poder,  para repudiarla luego.

No se precisa ser un genio para concluir que el fracasado, irrefrenable presidente viajero -que por supuesto no cree en la democracia, la utiliza-, busca atornillarse al poder y/o perpetuarse -en subsidio- en cuerpo ajeno, apoyado por Open Society Foundations; mampara distractora del narco-promotor, especulador financiero, filántropo -entre comillas- George Soros- receptor de millones de dólares de USAID, que dedica a “entrometerse en la agenda de los gobiernos de derecha, fomentar derrocamientos y el marxismo cultural”.

El ocaso de USAID hunde los programas sobre biodiversidad, medioambiente; cooperación judicial, desarrollo rural, salubridad; educación, seguridad; atención a los migrantes; inversión cuantificada en los últimos tres años en US$ 1.700 millones -400 de los cuales en 2024-; una bicoca para el bipolar, circense, hipócrita rehén del abominable, solapado Armando Benedetti -el mismo perro con distinta guasca-; desvergonzada dupla de elástica moral y frondoso prontuario.

Insultante, languideciente cogobierno -para el olvido- que hace aguas, cuya bien ganada malquerencia del peliteñido, trasciende al pueblo colombiano que paga la factura de cobro causada por el confrontacional, irresponsable manejo de las relaciones del pigmeo presidente, con el imprevisible gigantón -sin hígados- que como Petro no tiene amigos sino intereses que bordean el código penal.

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