En este artículo no me voy a referir a ninguna norma jurídica, porque es insumo de otra temática. Nuestra sociedad nos ha vendido un concepto muy negativo de lo que es un pensionado; para algunos, es una persona que ya no es apta para laborar. Para otros, ya está viejo y lo llaman despectivamente “de la tercera edad” o “adulto mayor”.
Quiero decirles que los pensionados no son viejos ni son de tercera edad, son un cofre, donde se guarda un gran tesoro. En cada pensionado hay una gran riqueza de experiencias y sabiduría que en este país se está dejando a un lado, y para muestra un botón: a los docentes y directivos docentes pensionados les llega su retiro forzoso a los 70 años, y por el cuidado que han tenido de su salud, salen de la actividad docente con un potencial del 100% física y mentalmente.
Por otro lado, las Secretarías de Educación, en el decreto de retiro, ni las gracias les dan, y qué decir de FECODE, que los saca y los excluye de pertenecer al sindicato, después de haberles tributado por nómina 30 o 40 años.
El docente pensionado queda a la deriva, sin nadie que lo defienda porque, si bien es cierto, hay algunos que en el ejercicio de la profesión han sufrido algún quebranto de salud y necesitan que alguien defienda sus derechos, el sindicato los abandona, cuando debería ser lo contrario.
¿No es justo que en el Comité Ejecutivo de FECODE exista alguien para que los pensionados docentes tengan un verdadero representante?
Además, a los pensionados nos toca organizarnos en asociaciones que, aunque no tienen la misma fuerza, sirven para agruparnos y hacernos sentir en la reclamación de nuestros derechos.
Reitero sin duda alguna: los pensionados sí sirven, son útiles aún y deberían convertirse en una fuerza que siga contribuyendo a la producción económica y de conocimiento, creando instituciones de formación. Los sindicatos deben tener en cuenta a los pensionados para la formación de nuevos líderes y lideresas, y no tenerlos relegados.
Hago un llamado a todos los pensionados para que no nos declaremos de brazos caídos, debemos asociarnos para producir y demostrar que estamos vivos y vigentes.
Recuerda: el sedentarismo físico y mental mata.
Hasta la próxima.
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