Natalia Molina tiene 32 años y ha seguido la carrera política del presidente Gustavo Petro desde 2011 durante su Alcaldía en Bogotá. Desde entonces hace parte del grupo de jóvenes que ha respaldado a Petro en sus aspiraciones presidenciales en 2018 y posteriormente en 2022. Buena parte de ellos tienen cargos en el Gobierno con posiciones y roles claves como acaba de ocurrir con este nombramiento en la Dirección Nacional de Planeación donde por primera vez llega a la dirección un profesional sin formación académica en Economía ni experiencia en temas de planeación y desarrollo.
La politóloga cartagenera Natalia Irene Molina tuvo contacto con la identidad cuando llegó al cargo el excongresista Alexander López. En el pasado fue gerente de proyectos y asesora de Carlos Ramón González, el entonces hombre de confianza del Presidente entronizado en la dirección del Departamento de Presidencia (Dapre) que hoy se encuentra en el ojo del huracán después de que la Fiscalía lo acusara de repartir $70.000 millones en contratos ´provenientes de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y lo imputara por tres delitos: cohecho por dar u ofrecer, lavado de activos y peculado por apropiación en favor de terceros.
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La llegada del político en reemplazo de Jorge Iván González fue la primera señal de que el Presidente prefería tener subalternos suyos y militantes políticos en la entidad responsable de la elaboración y ejecución del Plan de Desarrollo a aquellos con formación técnica e independencia para contradecirlo. Como ocurrió con González quien estuvo al frente de la construcción en tiempo récord de tres meses con una masiva participación desde las regiones, el Plan de Desarrollo Colombia Potencia Mundial de la Vida, el eje central del Gobierno.
El primer nombre que se barajó para este alto cargo, que está acéfalo desde hace tres meses, fue Susana Muhamad, nombramiento que terminó sin concretarse precisamente porque la exministra de medio ambiente no aceptó la interferencia que se anunciaba desde la Presidencia y el Ministerio del interior en cabeza de Armando Benedetti, quien se la jugó para que Muhamad no llegara al cargo.
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Natalia Molina es amiga personal del ministro de Educación, Daniel Rojas, quien estuvo encargado por un tiempo de Planeación Nacional, cargo al que aspiraba, hasta que Petro lo prefirió en el Ministerio de educación. Ambos hicieron parte del equipo de empalme con el gobierno de Iván Duque liderado por Rojas quien había sido el director programático de la campaña. Una vez Rojas fue nombrado Director en la Sociedad de Activos Especiales (SAE). Entérese: Seis Sindicatos y predios sin legalizar: la incómoda herencia que dejó el ministro Daniel Rojas en la SAE
Después de su paso por el Dapre, en 2024 Natalia Molina llegó al Departamento Nacional de Planeación y poco tiempo después de ser asesor se convirtió en la mano derecha de Alexander López al ser nombrada subdirectora del DPN y desde allí dio el inesperado salto a la Dirección de la entidad.
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