La humanidad que hablaba una misma lengua se dio a la vanidad y buscó construir una torre que rebasara el cielo; y Dios trajo castigo, confundió sus lenguas y puso a todos a hablar de forma distinta, les contagió el ruido de lo ininteligible para escarmentar la arrogancia, aquella soberbia del hombre siempre insignificante.
Babel, nuestra Babel, la de noticias, la de nuestra cotidianidad, la de nuestro pequeño mundo, la que nos hace volver la vista constantemente al ombligo; este país que agobia, un aullido, una cadena de aullidos, la sonrisa deforme, el gran anfiteatro; esa tendencia al todo disfrazada de tendencia a la nada, la trágica idiotez de burócratas, la realidad política vendida en agencias de publicidad, el ensordecedor ruido; el manual de métodos opresivos, los muertos nuevos que hacen olvidar muertos viejos, los interrogadores, los acusadores, la violencia mimética, todos contra las arcas públicas como perros tras un trozo de hueso, un porvenir entre ceja y ceja. Nadie va a limpiar al final tanta basura ni desentrañará este portentoso proyecto de estragos.
Babel significa diversidad, pero a la vez incomunicación, desconcierto, la patente imposibilidad de entenderse, el sinsentido, desinformación, fragmentación, una forma de violencia, un modo de estrellarse como carros chocones, el conjunto de todas las violencias. Parlotean criminales, habla el gobierno, dicen cosas los jueces, replican empresarios, se movilizan indígenas, balbucean políticos, se manifiesta el Congreso, se oyen los partidos, gritan los géneros y las poblaciones, callan los estudiantes, se convoca al pueblo, se desconvoca al pueblo. Voces se alzan, se intercambian acusaciones, absoluciones, retazos de verdades, grandes mentiras, se amalgaman odios y promesas, se firman pequeñas paces y se tejen venganzas, es el día a día, la forma del estridente ruido, acá llueve y escampa sin pausa, el campo es de tiro, ya vienen elecciones, se reparten y se venden cargos, cuchillos se entregan, la torta está servida y la gula en alza.
Babel, nuestra Babel es y ha sido Alfonso López Trujillo, Enilce López, Julio Cesar Turbay, Jaime Uscátegui Ramírez, Armando Benedetti, Álvaro Alfonso García Romero (el Gordo); Salvatore Mancuso Gómez; Estatuto de Seguridad; Rodrigo Tovar Pupo (Jorge 40), Luciano Marín Arango (Iván Márquez), Pablo Emilio Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha, Laureano Gómez; la plaga, el torcido; Luis Alfonso Plazas Vega; el Concordato, Víctor Julio Suárez Rojas (Mono Jojoy), Carlos Palacino Antía; el muñeco; Samuel Moreno, José Leónidas Bustos; DAS; Francisco Ricaurte, Gustavo Malo, Emilio Tapia, Hernando Pizarro, José Fedor Rey (Javier Delgado); la Escombrera, los pájaros, los paracos, AUC, los chulavitas, Tacueyó, el Cantón Norte, Casa Arana; el CVY, el corte de franela, los fierros, la vuelta; Carlos Castaño, Rito Alejo del Río; el SIC; Otoniel; Operación Orión, Retoma del Palacio, los desaparecidos; Pedro Juan Moreno; José Miguel de Narváez; las motosierras de Trujillo; de El Salado; Bojayá; Jorge Noguera; Palacio de Justicia; La Catedral; el 8.000; los doce apóstoles, nombres que se amalgaman, tiempos que se amalgaman, casas de pique, falsos positivos, partidos políticos que se refundan, violencias que se untan y funden; la mafia, el cartel, los carteles, las mafias
Y entre eso, Babel ha dado reposo, nombres gratos, todos los nombres: Falcao García, Lucho Bermúdez, Totó la Momposina, Mariana Pajón, Luis Vidales, Darío Morales, Antonio Caballero, Gabriel García Márquez, Jaime Bateman, José Antequera, Luis Caballero; La Gota Fría; Yo me Llamo Cumbia, Las Madres de Soacha, Las Cuchas; Jaime Pardo Leal, Jorge Eliecer Gaitán, Débora Arango, Fernando Botero, Carlos Pizarro, Caterine Ibargüen, Carlos Valderrama, Carlos Gaviria Díaz, San Basilio de Palenque, Benkos Biohó; el Vallenato; La Lindosa; Jaime Pardo Leal, Mario Calderón, Elsa Alvarado; Carlos Vives, Policarpa, padre Tiberio Fernández; el Petronio, la salsa, el Carnaval del Perdón; Rafael Chaparro Madiedo, Camilo Torres; Opio en las Nubes, La Vorágine; Luis Ospina, Raúl Gómez Jattin; Auditorio León de Greiff; Universidad de Antioquia; La Siempreviva; Gonzalo Arango, Alfredo Molano y una larga, una interminable lista que sigue dando camino, tiempo por delante, esa convicción de que siempre “…por el espacio de una grieta renace la esperanza”.
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