Haciendo boquitas de duda y frunciendo el ceño hay que darle la bienvenida a esta pequeña esperanza que con terquedad inusual logra un presidente con bajísimos niveles de popularidad
El Estado no es una persona, sino el campo de juego donde se libran las luchas por el poder social. ¿Cómo construir en él la voluntad de ser perdonado?
La confianza de Mindenfensa sobre lo que pueda ocurrir con el narcotráfico una vez firmados los acuerdos de paz con las Farc, no tiene justificación alguna
¿Vale la pena oponernos a la paz con palomas o conejos? ¿Tiene sentido compartir el estado de odio personal con un vacío nacional de paz deforme y maleable?