El colegio La Moya en Cota, que debía proteger a sus estudiantes, hoy carga con la sombra de la tragedia después de que Johana Peñalosa no pudiera regresar a casa
Frente a la inminente crisis energética que enfrenta el país, hay que tener cuidado con las propuestas que suenan bien, pero pueden resultar empeorando las cosas
Ojalá que los responsables de los peores crímenes de la historia no tengan un lugar en el cielo, más bien una silla rimax en la parte más ardiente del infierno