Jorge Perdomo pasa sus días en viajes a la China y a Europa con influyentes invitados para atornillarse en el cargo y quiere sacarle plata a la transmisión del fútbol a costilla de los hinchas
Es víctima de la desidia y de las sospechosas intenciones de una clase dirigente que le apostó a la refacción de un estadio que acusa el olor atosigante a corrupción