Klauss Salcedo tuvo que cargar con una maldición: ser hijo de un par de primos hermanos. Antes de ser asesinado su historia se la ayudó a contar Mario Mendoza
Una mente brillante se equivoca en un razonamiento tan simple: si todas las posibles causas de nuestra desaparición son ocasionadas por nosotros, ¿de qué nos sirve irnos a Marte?