Timochenko es el distractor: la gente le tira huevos mientras su aliado Petro pasa por la calle del medio, y Santos hace lo que los socialistas corruptos
La Naranja Castrochavista argumenta que el caso del exalcalde de Bogotá es una reiterada y nociva práctica de persecución política e ideológica por parte de las élites
Con el desgaste del uribismo y la desconfianza que genera Petro, ambos podrían encontrarse en segunda vuelta. Yo votaría por Fajardo, sin olvidar que es el Uribe en jeans