El Congreso de Colombia rechaza reformas clave y se hace un "harakiri político", al no prever que el pueblo perjudicado por ellos, les pasará la cuenta de cobro
Defendiendo la empresa hoy cuestionada, Abudinen dijo que si no cumplía la llevarían al cementerio. Hoy protagonizó una simple renuncia tardía, y tal vez no pase más