"Volvimos con la misma indignación, decididos a herir a la bestia, resentir sus privilegios y reclamar lo mucho que hemos perdido y lo poco que tenemos por perder"
El derribo del Belalcázar de Cali produjo un ruido que aún retumba en las calles y que tal vez obedece al fin de un ídolo mucho más afianzado en su pedestal