El problema nacional no es la reforma laboral. Es el boqueo sistemático a las reformas estructurales que pueden evitar la revolución y la contrarrevolución
Estamos en medio de un nuevo nudo y toca hacer el esfuerzo por escuchar las voces bajas de Colombia, y subir el volumen a la solidaridad, el cambio y transformación
La inesperada reacción de la economía ante la pandemia, dando tiempo y espacio para adelantar reformas estructurales crea “la mayor de las paradojas”: el gobierno no parece dispuesto a aprovechar para hacerlas