Álvaro Clavijo abandonó la arquitectura y optó por estudiar lo que realmente le apasionaba, hasta que un día decidió regresar a Bogotá para abrir 'El Chato'
Un rincón de Milán en Bogotá: este lugar ofrece pastas frescas, pizzas al horno de leña y el auténtico espíritu del aperitivo italiano en un ambiente acogedor