Cada día se pierde más la confianza en la institucionalidad, sobre todo tras hechos como los relacionados con la muerte de Javier Ordóñez. La incertidumbre y el miedo reinan
Mientras siga hablando el odio y no la razón, mientras la culpa sea del otro y no mía, mientras el presente esté en retaliación con la memoria, jamás avistaremos el perdón