“Perdón por llegar tarde pero los artistas nos hacemos esperar” bromea Abelardo De la Espriella mientras sonríe y abraza. Con sólo un par de horas colgada en Youtube O sole mio, el primer sencillo de sus Canciones italianas, lleva 6.800 visitas. Lo que empezó como un divertimento para cumplir su viejo sueño de cantar y enfurecer a “la mamertería”, como llama a sus contradictores, se convirtió en tendencia nacional. Desde el balcón de su oficina comprobamos que el abogado, como cantante, no es ningún bluff.
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